“Afronto el Dakar como un entrenamiento militar”
معلومات عن الطاقم
- Rachid Al-Lal Lahadil es un militar español de 47 años, capitán del Ejército, de Melilla, y ha participado en tres misiones de paz en su trayectoria profesional: en Bosnia (1997, 2003) y en el Líbano (2010). Este piloto de motos amateur ha disputado 7 Dakares en moto, tres de ellos sin asistencia, categoría en la que continúa en 2026.
- Durante la pasada pandemia de la Covid-19, Rachid trabajó en la fabricación de mascarillas, pantallas protectoras y reparación de materiales críticos utilizados de apoyo a las autoridades civiles en Melilla durante el punto más duro de la crisis sanitaria. Con su cuartel montó un campamento para dar apoyo a las personas que no pudieron entrar en Marruecos con el cierre de fronteras.
- Debutó en el Dakar peruano en motos en 2019 y regresó en 2020 para probar la categoría Original by Motul, repitiendo sin asistencia en 2021, donde logró mejorar su posición final (55º) en una carrera en la que en la etapa 8 tuvo que recorrer más de 50 kilómetros de noche. En 2022, ya con la asistencia del Pedregà Team, finalizó 14º en el Trofeo Veterano. Y en el Dakar 2023 superó las dos partes de le etapa maratón en las dunas del Empty Quarter sin tacos en las ruedas. En 2024, cuando ya pensaba en la meta del crono 48 horas, su motor dijo basta a falta de 40 kilómetros. Llegó al vivac remolcado, reparó la moto y pudo terminar su 6º Dakar. Sin embargo, el pasado año, en su tercer Dakar sin asistencia, conoció por primera vez la cara amarga de la carrera al tener que abandonar por una caída en la etapa 1, que le provocó una fractura de muñeca.
- El español tiene el objetivo a corto plazo de completar 10 Dakares y convertirse en ‘Leyenda’ del Dakar en moto. Este enero cumple 8 participaciones en la carrera más dura del mundo (6 acabadas y un abandono) y lo hace en una categoría Original by Motul, sin asistencia, que compara con la dificultad de realizar un entrenamiento militar.
طموح
R.A.L.L: “El año pasado abandoné por una caída en la primera parte de la etapa 1, tras 180 kilómetros. Golpeé una piedra en una rodera y salté por delante de la moto. Al caer me fracturé una muñeca. Me llevé una gran desilusión, pero así es el Dakar. Tras unos meses de inmovilización y rehabilitación, en abril pude volver a montarme en la moto y he podido prepararme muy bien. No he podido hacer ninguna carrera, pero he sumado miles de kilómetros de entrenamiento en pleno desierto y en dunas en Marruecos. Vuelvo al Dakar con el objetivo de acabar entre los 15 primeros de la categoría Original by Motul. A corto plazo, el objetivo es hacer 10 Dakares y convertirme en leyenda. Y luego, ya se verá si sumo más participaciones en moto o pruebo de copiloto”.
“Participo en Original by Motul, sin asistencia, como ya hice en 2020, 2021 y 2025. Es la categoría más dura y la más genuina, la que más se asemeja a la condición de militar, porque un militar tiene que realizar misiones con pocos medios y moviéndose en maniobras con la clara convicción de conseguir el objetivo perseguido. Por eso, afronto el Dakar como un entrenamiento militar. Competir con asistencia es más caro y hacerlo en Original by Motul es más accesible, pero además, vuelvo a Original porque es la clase que más me motiva. Es la categoría más sacrificada, la que te hace vivir un Dakar más duro, más precario y con más mentalidad de vencer a la propia carrera y a las dificultades en solitario”.