“Tomar la salida del Dakar con Mathieu… es un verdadero logro”
En resumen
G.D.M.
- En el clan De Mévius, las carreras de coches son un asunto de familia. Guillaume y su hermano Ghislain decidieron seguir los pasos de su padre, Grégoire.Grégoire disputó ocho Dakares (mejor resultado: 8º) y cofundó el equipo Overdrive Racing junto con Jean-Marc Fortin. Su segundo hijo se forjó en rallies en Bélgica antes de sentarse al volante en Citroën para la temporada 2019 del WRC2.
- El joven de Namur participó en su primer Dakar en 2022 con el equipo Red Bull Off-Road Junior, entonces equipado con OT3, los prototipos ligeros desarrollados por Overdrive. Su estreno se saldó con un abandono, pero logró una victoria de etapa en la categoría durante la segunda etapa. Un día, decidió coger las riendas del proyecto OT3, rebautizado G Rally Team OT3, siendo la G la inicial de los varones de la familia De Mévius. Con el doble rol de manager y piloto, Guillaume disputó su segundo Dakar en 2023 apadrinado por Nasser Al Attiyah. Líder en T3 durante dos días, terminó en una más que digna 3ª posición.
- La marca Red Bull vio nacer a sus primeros talentos, entre ellos Guillaume. El piloto dio el salto a la categoría Ultimate, en la que participó en su primer Dakar en 2024. Se impuso en la primera etapa, convirtiéndose en el primer belga en ganar una especial desde 2003 tras Stéphane Henrard y terminó 2º en la general, perfilándose como uno de los nuevos rostros del rally raid a nivel mundial.
- Tras ser cortejado por varios fabricantes durante el año, Guillaume decidió sumarse a Mini para la edición 2025, atraído por la visión a largo plazo de la marca, que le ofrecía tres años de contrato así como el apoyo de X-raid. Mathieu Baumel le acompañó en la aventura y juntos firmaron una victoria de etapa en su primer Dakar juntos. Sin embargo, sendos problemas en su Mini JCW Rally 3.0i les impidieron luchar por los puestos de honor (21º en la general).
- Guillaume tenía en mente disputar el Dakar 2026 con Baumel y se ha mantenido fiel a su plan pese al accidente sufrido por este último, que se saldó con una pierna amputada. El belga le apoyó de lleno en su intención de volver a la competición y ha rodado con su exnavegante Xavier Panseri durante la recuperación del francés.
M.B.
- Apasionado de los deportes extremos, Mathieu Baumel soñaba con dedicarse al esquí de competición hasta que una lesión frustró sus sueños. Tocado, su amigo Emmanuel Guigou, entonces piloto en ciernes, le propuso que se sentara a su vera para liberar un poco la mente. La experiencia le debió de marcar puesto que los dos hombres compitieron por primera vez en 1997. Mathieu tenía entonces 21 años.
- En 2004, el dúo que formó con Guerlain Chicherit brilló en el Volant Dakar, una operación de búsqueda de talento de ASO y la FFSA. Se estrenaron en la prueba en 2005 y pronto acapararon todas las miradas. Inscritos en X-raid, terminaron 9º en 2006 y se embolsaron su primera etapa. La tranquilidad, la capacidad de gestión y las dotes de navegación de Mathieu causaron sensación.
- Con varios años de práctica a sus espaldas, el copiloto de Manosque se convirtió en el hombre de confianza de Nasser Al Attiyah. La pareja franco-catarí empezó ganando el Dakar en 2015. Y le siguieron tres victorias más en 2019, 2022 y 2023. Pero eso no es todo. Esta flamante pareja se adjudicó carreras en todos los rincones del mundo. Baumel se embolsó también seis títulos mundiales, en el Mundial de Rallies Todo Terreno de la FIA (2015, 2016, 2017, 2021) y posteriormente en el W2RC (2022, 2023). Su historia con Al Attiyah se frenó en seco tras el Dakar 2024, pero el francés se repuso rápido y unió fuerzas con Guillaume De Mévius y Mini, poniendo su experiencia al servicio del joven piloto belga con la ambición de auparlo hasta lo más alto de la disciplina.
- El 29 de enero de 2025 su vida dio un vuelco mayúsculo: atropellado por un coche cuando prestaba asistencia al borde de la carretera, Mathieu quedó en una situación crítica, con las piernas gravemente afectadas. Al accidente le siguieron jornadas aciagas de operaciones, un coma inducido, una parada cardiaca y una complicación tras otra. El cuatro veces ganador del Dakar se aferró con fuerza a la vida pero debió tomar la difícil decisión de someterse a la amputación de la pierna derecha.
- Ya en el hospital, Mathieu se prometió a sí mismo que formaría parte de la parrilla del Dakar 2026. Le comentaron que necesitaría dos años para recuperarse y él se empeñó en que le bastarían diez meses. Sus seres queridos le animaron. Puso entonces rumbo al centro de recuperación de Grau-du-Roi. Gracias a un trabajo físico encomiable y una resiliencia mental colosal, logró demostrar al equipo médico que había errado en su previsión. Con una prótesis adaptada a sus necesidades en el rally raid, consiguió subirse de nuevo al Mini y participar en la Baja Parish (2º). Mathieu siempre se vio acompañando a De Mévius en enero de 2026. Y así será, y no solo para figurar, sino para pelear por los puestos de honor. Como de costumbre.
Ambición
G.D.M.: “Regresar al Dakar con Mathieu después de lo ocurrido es una gran alegría, no solo por lo que representa humanamente sino porque juntos formamos un binomio impresionante. Nos entendemos muy bien. Yo tengo lo que hay que tener como piloto para estar delante y él lo mismo en su calidad de navegante. Sé que visto desde fuera algunos pensarán que no seremos tan competitivos pero estoy seguro de que no será el caso. En el Dakar 2025 ganamos una etapa y demostramos que teníamos velocidad. Por desgracia, nos falló la fiabilidad y terminamos 21º, una posición muy alejada de nuestro objetivo, aunque tuvimos algunas alegrías. Poder estar aquí en el Dakar 2026 es un verdadero logro. No será fácil pero llegamos con ganas de dar la batalla. Hemos trabajado mucho en el coche, sobre todo en su fiabilidad. También hemos reforzado su rendimiento. Es cierto que ya el año pasado fue muy bueno pero todos nuestros rivales trabajan en sus vehículos y nosotros no podemos ser menos. Somos outsiders pero creo que podemos colarnos en el Top 5, ¡ese es nuestro objetivo!”
M.B.: “Tuve el accidente el 29 de enero de 2025. Pasó todo rapidísimo. De repente me vi en el suelo y supe que mi situación era muy delicada. Me dije, esto es grave pero tengo que mantener la calma. La vida que llevamos en el Dakar me ayudó a gestionar este momento de crisis: como buen copiloto, lo organicé todo, llamé a mi familia, a la asistencia médica, saqué la documentación… En ese momento no sabía si sobreviviría. Los días posteriores fueron muy duros: los médicos me expusieron los dos escenarios posibles y al final decidí que me amputaran la pierna derecha en vista de que las probabilidades de que pudiera volver a usarla eran muy bajas y, en todo caso, en cosa de diez años. En mi mente, estaba claro: mi objetivo era formar parte de la parrilla de salida del Dakar en enero de 2026. Eso es lo que me permitió mantener la sonrisa y la esperanza. Dije sí a todo y más de lo que me pidieron para acelerar mi recuperación. A finales de julio, estaba ya en el coche con Guillaume y X-raid para ver si era posible hacer el Dakar. Sí, fue doloroso y tuve que forzar el doble con la pierna izquierda pero me sentí tan bien…Después, disputamos la Baja Sharish. Me cansé mucho pero logramos terminar la carrera.”
“Los médicos me felicitaron. Ellos siempre me decían sí a todo para que no perdiera la motivación pero no imaginaban que podría recuperarme tan rápido y regresar a la competición. También se lo debo a mi protésico, puesto que tengo un encaje que me permite sentarme en el asiento sin dolor. Tengo un sistema que desconecta la parte alta y baja de la prótesis, puedo bajar apoyándome en una pierna y elegir lo que quiero. Va a ser diferente y más difícil para mí pero no sé hasta qué punto. No voy para figurar sino para pelear por los puestos de honor. Volver a ganar el Dakar sería un sueño, pero ya es un gran logro ser el primer amputado de la historia del Dakar en participar en un coche puntero. Estar en la parrilla de salida es una pequeña victoria. Salimos con ganas de medirnos ante los mejores y veremos cómo se nos dan las cosas, tanto física como técnicamente porque en el Dakar, bien es sabido, puede pasar de todo. Hay días difíciles para mí pero cuando se tienen los medios se pueden hacer las cosas bien, dicho lo cual mi vida nunca volverá a ser la misma.”
