Aunque su rendimiento no les permite rivalizar con los mejores, claramente toman la delantera en términos de los flashes que acaparan y la fascinación que provocan. Los vehículos del Dakar Classic, la carrera de regularidad organizada desde 2021 al margen del rally, ha conquistado al público y encontrado su nicho. 246 km, 4.033 km de ellos de especial.
El diálogo intergeneracional es un concepto que funciona a todo gas en el Dakar desde que arrancara en 2021 con una carrera de regularidad reservada a los vehículos históricos. Con la creación del Dakar Classic, coches como el 205 Peugeot de Ari Vatanen, el Porsche 959 de Jacky Ickx y Claude Brasseur, el Volkswagen Iltis de Patrick Zaniroli o el camión de cabina doble DAF de Jan De Rooy, viven hoy una segunda juventud y encaran un desafío adaptado a su veteranía. Los vehículos más antiguos, que son a menudo los más escasos en potencia, tienen por ejemplo la posibilidad de evitar ciertos tramos de dunas difícilmente accesibles. Las cuatro primeras ediciones han permitido afinar la clasificación en distintas categorías, que corresponden a los medios que han de respetarse de la forma más fiel posible en ciertos sectores (H1, H2, H3 y H4).
UN KILOMETRAJE RÉCORD
En la quinta edición del Dakar Classic, el nuevo reglamento adoptado amplía como es natural el abanico de vehículos autorizados, acogiendo a partir de ahora todos los modelos matriculados hasta el año 2005 incluido. Si bien el nivel global de dificultad no cambia, el centenar de equipos que acudirá a la cita en Bisha deberá enfrentarse a un kilometraje récord en la prueba, con más de 4.000 kilómetros de sector selectivo en los que competir. Ahora bien, deberán hacer frente a un importante escollo la víspera de la etapa 2A, cuando la carrera principal dispute la 48h chrono.