“El azul me resalta los ojos”
En resumen
- Tras proclamarse campeón de Sudáfrica varias veces en enduro y motocross, Bradley Cox (cuyo padre Alfie se subió al podio de motos en tres ocasiones) se estrenó en el rally raid en el Rallye du Maroc de 2021. Tenía entonces 23 años. Tercero en la categoría de Rally 2, fue desde sus inicios un piloto a quien seguir la pista.
- Dicho esto, el Dakar no ha sido precisamente amable con él. Su primera incursión en 2022 se vio deslucida por problemas técnicos. En 2023, dio con sus huesos contra el suelo en la primera etapa y, en la pasada edición, una caída apenas cien metros después de la salida de la 6ª etapa le obligó a abandonar de nuevo el rally de forma prematura.
- En cuatro participaciones, el sudafricano ha logrado cruzar la meta final en el 50% de los casos. Con todo, logró auparse hasta el 3er puesto de la categoría Rally 2 en 2024 (13º en la general).
- Con la salvedad de las dos primeras mangas del W2RC (el Dakar y el Abu Dhabi Desert Challenge), Cox se ha adentrado en un nuevo terreno de juego en la temporada 2025. Tras despedirse de la categoría de Rally 2, ha descubierto la élite (Rally GP) luciendo nuevos colores: los del equipo Sherco Rally Factory.
- Octavo en W2RC tras figurar en dos ocasiones en el Top 10 en el Safari Rally y en Marruecos, el piloto de 27 años espera medirse contra los favoritos de la disciplina durante el próximo Dakar.
Ambición
“Será mi quinto Dakar, pero en cierta forma lo siento también como el primero. Es increíble lo rápido que pasa el tiempo. La principal diferencia para mí este año son los colores, claro está. En 2022, todo era nuevo y emocionante para mí y no sabía bien qué esperar. Ahora, como sé lo que me espera, me impone todavía más, pero sigo preparándome igual que el primer día. Me siento más mayor. El rally te hace sentir más mayor. Es lo que pasa cuando recorres tantos kilómetros, pasas tanto tiempo reflexionando y también afrontando lo desconocido. Al final, vas acumulando experiencia. Creo que el principal cambio es que cada vez me presiono más a mí mismo. He hecho realidad mi sueño de convertirme en piloto oficial. Antes, rodaba a la espera de que sonara el teléfono, de recibir esa llamada que marcara el inicio del cambio. Ahora me toca centrarme en lo que sé hacer y hacerlo lo mejor posible al manillar de la moto.
En el último Dakar, pasé a la categoría Rally GP y tuve la sensación de medirme ante los grandes. Ya no estoy en Rally 2, donde peleaba para ganar etapas. Ahora, me rodeo de los mejores y cada detalle cuenta. Formar parte de los números amarillos hace mucha ilusión. Durante 22 años, he pilotado una KTM. Mi padre era miembro del equipo oficial KTM, de hecho tiene una concesión de KTM en mi país. El cambio para mí ha sido muy grande y era algo que ansiaba desde hace tiempo. Además, el azul me resalta los ojos.
