“Este Dakar va por ellos y ellas”

La pasión por el motor es de esas cosas que se transmite de padres a hijos, de hermanos a hermanos o de amigos a amigos, pero Pedro Peñate empezó a enamorarse de la competición desde bien pequeño, sin referencias en casa. Sus pasos sobre la moto le fueron llevando irremediablemente hacia el sueño, entonces inalcanzable, de correr el Dakar. Se preinscribió por primera vez en 2003, pero no fue hasta 2008 cuando la organización le dio el visto bueno… con la mala suerte de que la última edición africana tuvo que ser cancelada. En 2009, ya en Sudamérica, finalmente logró participar y, aunque -le recuerdan en casa– dijo que solo haría una edición… en 2023 completará su séptima participación como piloto, la segunda de su nueva aventura sobre cuatro ruedas. A su derecha repetirá Rosa Romero (10 Dakares) como copiloto, de la que hizo de mochilero en moto en 2012 y con la que ya se estrenó el pasado enero con un 34º puesto entre los T3, después de pasar mil y una desventuras en el desierto saudí. En esta edición, su proyecto incluye un bonito aliciente. En su Can-Am lucirán los colores de la asociación Pequeño Valiente, que apoya a los niños y niñas con cáncer, y ayuda a sus familias en las diferentes necesidades que provoca esta terrible enfermedad. “Es un honor llevarles en nuestro coche y es brutal la labor que hacen día a día”, comenta Peñate, que colabora con ellos, a través de su empresa, Valsebike, en diferentes actividades e iniciativas desde hace años. Precisamente, su copiloto ha vivido de cerca esta enfermedad desde marzo, ya que el marido de Romero, el dos veces ganador del Dakar Nani Roma, la ha padecido. El piloto catalán no podrá compartir campamento con ella este enero, pero recibirá su llamada al final de cada día para contarle cómo ha ido todo y escuchar una buena dosis de consejos y sugerencias.

P. P: “Este año, después de la experiencia del Dakar pasado hemos cambiado de vehículo, pero repetimos Rosa y yo con TH-Trucks. Siendo una edición tan de navegación y arena como se espera, contar con ella me da muchísima tranquilidad. El adentrarnos en el Empty Quarter va a ser una auténtica experiencia y esperamos disfrutar al máximo dentro de lo exigente que es un Dakar como el que han planteado para este 2023. El objetivo es meternos entre los 20 primeros, si todo sale como esperamos, ya que el año pasado, cuando el coche no fallaba, llegamos a rodar 14º o 16º. Nos debemos una y eso vamos a intentar esta vez”.
“Además, llevaremos en nuestro Can-Am los colores y el mensaje de la fundación Pequeño Valiente, que realizan una bonita labor cada día y hacen que los niños y niñas con cáncer sean lo más felices posible en una situación tan complicada como es padecer esta enfermedad. Este Dakar va por ellos y ellas”.


R. R.: “Mi 11ª edición va a ser dura, porque será el primer año que estaré yo allí y no estará Nani. Al final de etapa siempre nos juntábamos, comentábamos la jugada, me daba algunos consejos y pasábamos un rato juntos. Para mí va a ser un poco triste en este sentido. Pero por otra parte, estoy súper contenta de poder volver a competir, que quiere decir que todo va a mejor y eso es una buena señal. Este año quiero disfrutar de las aventuras con la persona que tendré al lado. Pedro conoce la carrera y la entiende igual que yo, cuando sabes que vas a pasar 1000 horas, que te van a pasar 1000 aventuras y que este año va a ser un Dakar mas complicado que el del año pasado, lo principal es compartirlo con alguien que tiene el mismo objetivo que tú. Llegamos mucho mejor preparados, a nivel de conducción, de coche y de navegación. La clave será evitar problemas mecánicos y navegar bien en las etapas de arena; de hacerlo, creo que terminaremos en una buena posición”.