“Este Dakar es impredecible; tendremos que ser estratégicos”
PERFIL DE LA TRIPULACIÓN
S.L.
- El oriundo de Alsacia es el piloto de rallies tradicionales más grande de la historia, como avalan sus nueve títulos de WRC cosechados entre 2004 y 2012 con el equipo Citroën.
- Además de su largo reinado en los rallies, Loeb desplegó sus destrezas al volante en el World Touring Car Championship (tercero en 2014 y 2015), en las 24 Horas de Le Mans (segundo en 2006), y en rallycross (cuarto en 2017 y 2018). En 2012, añadió a su palmarés una medalla de oro en los X-Games y una victoria en el Pikes Peak en un Peugeot 208 (2013).
- El exgimnasta decidió enfrentarse al reto del Dakar en 2016 y se convirtió de inmediato en uno de sus grandes protagonistas, subiéndose al podio final cinco veces en ocho participaciones. Rival eterno de Nasser Al Attiyah, Loeb es sexto en el ranking de ganadores de etapas en coches tras adjudicarse su 28ª victoria de etapa el pasado enero.
- A sus 50 años, Loeb peleará por la victoria en el Dakar luciendo nuevos colores. Tras rodar con Peugeot, PH Sport y BRX, el piloto da el salto a Dacia en su apuesta por conquistar tanto la cita reina en Arabia Saudí como el título de W2RC, ese que se le escapó por la mínima en 2022 (cuando terminó segundo).
- Si se lleva el gato al agua, Loeb se convertirá en el primer ganador del Dakar al volante de un coche totalmente nuevo desde Ari Vatanen, que ganó en 1991 en un Citroën ZX. Sin embargo, el equipo encabezado entonces por Jean Todt trabajaba sobre la base de las victorias conquistadas por los Peugeot 205 y 405.
F.L.
- Siguiendo los pasos de su padre, Jean-Marie Lurquin, copiloto de Jean-Louis Schlesser, con quien terminó tercero en el Dakar 2004, el belga se estrenó en el Dakar en 2005 a la vera del piloto chino Lang Xu (44º).
- El copiloto de Lieja ganó su primera etapa con Mathieu Serradori cuando regresó a la cita en 2019 tras un largo parón.
- Lurquin, expiloto de aviones, llamó la atención de Sébastien Loeb, quien buscaba un nuevo navegante tras cinco ediciones compartiendo habitáculo con Daniel Elena, su mano derecha durante sus años en el WRC. La nueva pareja formada en 2022 ha saboreado el podio pero nunca la gloria en la general.
- Caminante incansable, Fabian ha recorrido el GR5, que conecta Rotterdam con Niza, con una sesión en solitario de tres semanas durante la cual recorrió 600 kilómetros desde su casa en Lieja hasta los bosques de los Vosgos.
OBJETIVO 2025
S.L.: “Nos ha ido bien durante al menos dos años pero aún tenemos que mejorar para ganar. Ya sea por pinchazos, clavículas rotas u otros problemas, siempre ha habido algo que nos ha separado de la victoria. Y nada me gustaría más que ganar la prueba. Espero que el nuevo coche sea más fiable. Pero no debemos olvidar que este Dakar será impredecible por su itinerario. Cuando un coche abre una etapa, inevitablemente la carrera se vuelve más lenta, así que tendremos que ser estratégicos pues habrá cinco etapas que discurrirán por recorridos separados. Sin las huellas de las motos, la navegación será totalmente distinta. Y luego está la crono de 48 horas, en la que tendremos que cubrir casi 1.000 km con seis ruedas… será un gran reto para todos.
Este año, la preparación con Dacia ha sido mi prioridad, con cinco sesiones de pruebas así como el Rallye du Maroc. Ambos coches han respondido muy bien (los Sandriders de Al Attiyah y de Loeb terminaron primero y segundo respectivamente en Marruecos), pero habrá que ver cómo gestionan la temperatura. Y también hemos podido constatar que nuestros rivales son rápidos. El nuevo Mini, por ejemplo, es impresionante. En cualquier caso, Fabian y yo tenemos mucha experiencia: en el Dakar seguimos aprendiendo pero sabemos cómo reaccionar sin que nos pillen. Ganar no sé si ganaremos pero soy optimista. Lo que sí puedo decir es que me gusta más este coche que el del año pasado.”
F.L.: “Al analizar en detalle el recorrido, queda claro que nos meteremos en harina desde el principio, y eso me gusta. Tenemos que apoyarnos más si cabe en la estrategia pero abrir la etapa será algo que se nos planteará con frecuencia. En este sentido, sé que Seb y yo estamos alineados; no hay dos formas de pensar en el coche. El año pasado, la noche antes de adentrarnos en el Empty Quarter, hicimos un gesto osado al asumir intencionadamente una penalización, no teníamos elección. Esto demuestra que podemos ser creativos. La estrategia es también saber adaptarse a lo que hacen los demás.
Trabajar con Seb en el coche y rendir a su nivel ha sido un gran reto para mí durante las tres últimas ediciones. Pero nos gusta trabajar juntos, mejoramos año tras año y tenemos sed de victoria… Seb conduce muy rápido, pero entiende también que ha de aportar a la navegación y sabe levantar el pie cuando las cosas se complican. Sabe cambiar de ritmo para adaptarse a las condiciones y al terreno.”