EN BREVE…

M.R.M.

• Matías Rodríguez se estrenó en el Dakar Classic 2024 junto a su esposa Sandra Guasch. Los dos son uno. Indivisibles. Antes que piloto y copiloto son padres de dos hijos, de 8 y 11 años, marido y mujer, y socios empresarios de dos supermercados. Trabajan, viven, entrenan, compiten y persiguen sus sueños juntos. Enamorados desde el instituto, el año pasado debutaron en el Dakar, completando así la aventura de sus vidas.
• Para este piloto de Fuerteventura, residente en Santa Eulàlia des Riu (Ibiza), competir en el Dakar 2024 junto a su mujer fue una experiencia vital que quiso plasmar en un libro, titulado «Un Dakar, dos corazones». En él cuenta su historia, la de un matrimonio que, sin ser pilotos profesionales ni contar con grandes recursos ni experiencia, tras nueve meses de proyecto, llegaron al Dakar y pusieron a prueba sus límites y su vínculo.
• Rodríguez es un enamorado del deporte. El Real Madrid de baloncesto quiso hacerle una prueba cuando estaba en el instituto, pero su madre le puso la condición de sacar buenas notas y Matías dejó pasar ese tren. Pasados los 30 años compitió en motocross, enduro y dirt track a nivel regional, pero en 2019 se fracturó una vértebra en una caída, lo que le obligó a parar. Sin embargo, luego compitió en carreras Spartan y se quedó cerca de disputar el Mundial. Su espalda volvió a resentirse y se operó de las dos últimas vértebras para dejar atrás las dolencias.
• Su estreno en el Dakar fue con un Lada Niva. El matrimonio se vio lastrado por la rotura de la caja de cambios y la falta de prestaciones del vehículo, viéndose relegados a la cola de la clasificación de clásicos. Sin embargo, no se derrumbaron y continuaron luchando. Encontraron el premio en una segunda semana en la que rodaron a un buen ritmo, lo que les permitió escalar hasta el 30º lugar de la general de Classic. Ese progreso les hizo acabar con buen sabor de boca y con las ganas de repetir con un coche de mayores prestaciones. Regresan el Dakar Classic 2025 con un Mitsubishi L200 junto a la estructura campeona de la pasada edición, el Pedregà Team.

S.G.P.

• Sandra Guasch siempre fue una apasionada de las bicicletas y no fue hasta los 15 años cuando empezó a tener interés en el motor. Fue debido a que sus padres empezaron a hacer rutas 4x4 por España, con roadbooks escritos a mano en muchas ocasiones. Jamás pensó que competir en el Dakar fuera algo posible. Pero lo era.
• 24 horas después de sacarse el carnet, con 18 años, puso rumbo a Marruecos para adentrarse en el desierto junto con su padre. Pero el trabajo y la familia fueron dejando a un lado las oportunidades de seguir viviendo este tipo de aventuras. Hasta 2023, cuando inició un proyecto junto a su marido para competir con el objetivo del Dakar Classic, donde ella sería la copiloto de su esposo, Matías Rodríguez. Lo logaron, Debutaron en el Dakar Classic de 2024 y lograron su objetivo de llegar a meta.
• La navegante de Santa Eulàlia des Riu (Ibiza), empresaria de dos supermercados, socia de su marido y madre de dos hijos, ocupa el rol de directora financiera de la empresa familiar. Allí se encarga de las cuentas y a su vez realiza el mismo trabajo para otras empresas de gestión deportiva y gestión mobiliaria. Junto