El Toyota de Servià del Dakar del 2000 regresa a las dunas

El hispano-suizo Vincent González, nacido en Ginebra, de padre sevillano y mare aragonesa, siempre tuvo la ilusión de ir al Dakar. Lo intentó en 1985, pero no encontró los fondos necesarios para lograrlo. Pasaron más de dos décadas y vio una nueva oportunidad en la categoría de SSV, que le bridaba la posibilidad de acudir al Dakar con un presupuesto menor. En 2017 se empezó a preparar y cumplió su objetivo debutando en el Dakar 2020 en SSV con 60 años. Le gustó tanto la experiencia que repitió en 2021, finalizando 25º en SSV. Se dio cuenta de que a sus 61 años ya no mejoraría aquella posición si volvía al Dakar y que los jóvenes pilotos llegaban pisando fuerte. Fue entonces cuando puso su mirada en el Dakar Classic. Para el Dakar 2024, TH-Trucks le ofreció la oportunidad de debutar en la categoría de clásicos con un coche mítico, el Toyota con el que Salvador Servià corrió el Dakar del 2000. Junto a él estará Albert Casabona, un copiloto con dos ediciones del Dakar Classic a sus espaldas en camión. Ambos se conocieron en una carrera en Marruecos y Vincent le hizo una prueba en Cuenca. Suficiente para decidirse por el talento en navegación y regularidad del copiloto barcelonés.

V.G.: “En 2020 cumplí el sueño de ir al Dakar en SSV. Fue una experiencia enorme y de lo bien que fue, quise repetir en 2021. Con los vehículos ligeros me divertí mucho, pero me di cuenta de que con la edad y la experiencia que tenía, había llegado al límite de lo que yo podía hacer y que los jóvenes que llegan al Dakar van con el cuchillo entre los dientes. Si repetía, mejorar la posición que había logrado era muy difícil. Entonces vi que ASO había creado el Dakar Classic. Me interesó y este año encontré al equipo TH-Trucks, que me ofreció el coche de Salvador Servià en el Dakar del año 2000, un coche mítico”.

A.C.: “El año pasado formé parte de la tripulación que iba en el icónico Pegaso de Cañellas, ganador de su categoría en el Dakar de 1986 y 3º en la general de camiones de ese año. Y en el Dakar 2024 iré de copiloto en otro vehículo mítico, el Toyota de Salvador Servià con el que corrió el Dakar del año 2000. Pueden pasar mil cosas, pero queremos ganar alguna etapa y quedar lo más arriba posible en la general. Será mi primera vez en regularidad en coches, ya que hice dos Dakar Classic en camión, pero sobre todo, la diferencia será que en esta ocasión la media de velocidad a la que iremos será mayor”