“Hemos evolucionado el coche para enfrentarnos a un Dakar duro”

Xavier Foj ha sido uña y carne con el Dakar desde que debutara en 1991 en el París-Trípoli-Dakar de más de 9.000 kilómetros con un camión Mercedes T4. Este arquitecto catalán cumplió en el Dakar 2022 una cifra para enmarcar: fue su 30ª participación en la carrera más dura del mundo. Solo se ha perdido la de 2021 desde su debut en 1991, lo que le convierte en uno de los participantes más longevos de la historia de la carrera. Y ahora, va a por su 32ª participación, por tercer año consecutivo consecutivo en la clase Challenger T3, categoría en la que se aventuró por primera vez en 2022 con un vehículo construido desde cero junto a ASM Motorsport y su entonces copiloto Nacho Santamaría. El reto era enorme. Acabaron el coche justo a tiempo y empezaron el Dakar sin haber podido hacer test previos, algo que pagaron caro con un fallo de motor que no esperaban. Un año más tarde, regresaron al ruedo con su Oryx T3, confirmándose así en la categoría y dejando atrás sus 10 años consecutivos corriendo con un Toyota Land Cruiser 150. Evolucionaron el coche y su fiabilidad, pero en la tercera jornada se rompió un inyector y eso les hizo perder mucho tiempo y salir muy atrás en los días posteriores. Con la llegada de la arena, en la segunda semana pudieron exhibir un gran ritmo y escalaron posiciones. Un año más tarde, con un coche más evolucionado, con mayor potencia y prestaciones, quiere mejorar el resultado del pasado curso junto a su copiloto Antonio Angulo, que repetirá por segundo curso consecutivo.

X.F.: “El año pasado era el segundo de este coche, el Oryx. Evolucionamos un poco la electrónica y nos fue bastante mejor, logrando acabar el Dakar. El único problema es que el día 3 de carrera se nos rompió un inyector y nos quedamos con un cilindro menos a mitad de etapa. Eso nos hizo perder mucho tiempo, ya que nos costó mucho salir de ahí y nos hizo llegar los últimos. Tuvimos que salir los últimos a la etapa posterior, y los días posteriores fueron de pura supervivencia. Luego entramos en la arena y ahí fuimos mejorando, pero perder tantas horas el día 3 nos castigó demasiado”.
“Para este curso hemos evolucionado un poco las prestaciones del vehículo. El primer año intentamos acabarlo muy rápido, la electrónica estaba muy poco desarrollada y perforamos el pistón en el día 2. El año pasado intentamos solventarlo con una electrónica y presión de turbo muy conservadoras y fuimos más justos de prestaciones. Pero para este año hemos querido dar un paso adelante con una mayor evolución de la electrónica, motor y el turbo. Le hemos querido dar más presión al turbo para ganar caballos y compensar nuestro exceso de peso”.


A.A.: “El año pasado debuté en el Dakar y cumplí un sueño después de muchos años en el Campeonato de España y dos aperturas de la Africa Race. En la etapa 3 sufrimos un problema mecánico y entramos en modo supervivencia. Pasamos unos días complicados, pero en la segunda semana fuimos asomando la cabeza y acabamos bastante cómodos. Una vez solucionado ese problema del día 3, el coche se comportó estupendamente”.
“A ver si la climatología mejora este año y la arena está más blanda. Llegaré más preparado físicamente y en todos los aspectos. La categoría cada vez tiene más nivel y el coche ha mejorado mucho durante este año, así que a ver dónde podemos estar”.