“Queremos ser los mejores de los camiones clásicos”
En bref
J.M.C.
- Jaime Martínez lleva 26 años trabajando de bombero en Cangas de Onís (Asturias). Es bombero conductor de camión y jefe de turno, con 6 personas a su cargo. El motor es su gran pasión. Ha competido en rallies en el regional de Asturias y llegó a ser campeón en Grupo N del Campeonato de Asturias de Montaña.
- Todo el mundo le conoce como ‘Parri’, porque sus padres tenían una parrillada y una sidrería cuando era pequeño, y de ahí se le quedó el mote para siempre.
- Cumplió su sueño de correr un Dakar en 2024 y lo hizo junto a dos grandes amigos de Vitoria: Nekane Abin y Santiago Díaz de Cerio. Su amistad surgió en uno de sus viajes en todoterreno, después llegarían múltiples expediciones a Marruecos, Túnez, Portugal y otros países. Los tres ayudaron al equipo TH-Trucks en alguna asistencia y el equipo le propuso la opción de acudir al Dakar Classic con un camión.
- Hasta su debut, no tenía experiencia previa compitiendo en los elefantes del desierto, tan solo la de haber conducido estos vehículos por caminos de montaña en su tierra. Logró acabar 19º en la general de clásicos, tercero en la clasificación de camiones clásicos y 2º en su categoría (H1). Todo ello, pese a que la organización le llamaba cada día para ayudar a varios coches clásicos y a que en una de esas, rescató a 6 de golpe enganchados con sendas eslingas a su camión.
- En 2025, su mujer, Raquel Peláez, se sumó a la aventura y lograron acabar quintos de los camiones clásicos, después de perder todas sus opciones por pararse a ayudar a dos competidores en mitad de las dunas. Espíritu dakariano puro y duro.
- A sus 52 años, regresa al Classic por tercera vez con un Mercedes 4x4 más rápido y ágil que el 6x6 con el que ha competido hasta la fecha y con el objetivo de intentar ganar su categoría.
Ambition
J.M.C.: “La experiencia del año pasado fue muy guapa. Poder vivir el debut de mi mujer en una prueba como el Dakar Classic fue una pasada. Este año, una vez cumplido su sueño de experimentar de primera mano cómo es esta carrera, ha preferido seguirla desde fuera. Fue una edición en la que estuvimos delante todos los días… a excepción de uno en el que nos paramos a ayudar a un camión que estaba atrapado en una olla y cuando ya nos íbamos, vimos a unos participantes pedir ayuda desde lo alto de una duna. Habían sufrido un buen accidente de morros y les echamos una mano. Pero no nos dejaron disputar la última especial del día, lo que nos supuso una sanción igual que la que nos habrían puesto de no haber salido del vivac. Eso nos castigó demasiado en la clasificación. Pero, aun así, tuvimos momentos y etapas muy chulas; fue todo más rodado que en el estreno. Este año tenía ganas de ir con un camión más rápido y divertido y al final R Team me ayudó a encontrarlo. Aunque lo traje desde Venecia en un viaje de 27 horas y 1.900 km, no lo estrenaré en competición hasta el primer día del Dakar 2026. En esta tercera aventura tenía ganas de que Iker, otro compañero de la cuadrilla y pareja de mi copiloto y amiga, Nekane, viviera desde dentro de la cabina lo que es esta carrera. Es un grandísimo mecánico y va a aportarnos mucho tanto en el camión, como en el vivac. El objetivo es dar asistencia a los 11 coches de R Team y, si no tenemos muchos contratiempos con ello, veo muy factible estar en el Top 15 de la general. Y en camiones clásicos, habrá que ganar (risas); eso es por lo que pelearemos”.
