“Quiero demostrar que una moto eléctrica es totalmente viable: es el presente y futuro”
En bref
- José Luís Álvarez afronta su 11º Dakar a sus 55 años, 39 años después de su debut en la carrera más dura del mundo en moto. Después de 8 dakares en quad y otro más en SSV, afronta un reto ilusionante de presente y futuro en la categoría de Mission 1.000, con una moto eléctrica Stark Future EX con el objetivo del triunfo.
- Las palabras que mejor definen a José Luís, nacido en Ceuta, pero actualmente afincado en Segovia, son la insistencia y resiliencia. Demostró no darse nunca por vencido en sus años en quad, categoría en la que debutó en 1988 con un dorsal de prensa como participante y reportero de la revista Newlook. Se propuso la meta de ser el primer español en acabar el Dakar en quad. Tras muchos intentos fallidos por problemas mecánicos, no arrojó la toalla y logró la hazaña en 2003, llegando a meta como 2º en la general de quad, el primer español en acabar en dicha disciplina.
- José Luís siempre acudió al Dakar sin más asistencia que sus propias manos. Y además, fue un visionario, uno de los primeros en creer que se podía acabar un Dakar con un SSV. Lo quiso hacer en 2013 con un reto que se hizo famoso en todo el mundo al querer competir con un Smart, aunque bajo la carrocería había un Polaris 800. Se quedó a las puertas de la participación por solo 14.000 euros debido a la caída de última hora de un patrocinador que quebró. Los expertos le decían que ese vehículo no podía afrontar un Dakar por cuestiones de seguridad y necesidad de un gran depósito, pero 4 años más tarde se creó la categoría SSV, lo que le dio la razón. Participó en esa nueva clase de SSV en 2019.
- José Luís Álvarez es un enamorado del Dakar. De joven acudía a la salida del rally recorriendo España con un 2CV para llegar a París para presenciar la salida de la carrera. Su profesión es la de monitor deportivo de parques de cuerdas y escalada, pero su gran pasión es el Dakar. Desde el 2019, siempre intentó regresar al Dakar pero no pudo reunir el presupuesto necesario. Este reto eléctrico de futuro le ha permitido lograr los apoyos que necesitaba para volver a la carrera de su vida.
Ambition
J.L.A.: “Quería regresar al Dakar en SSV o Challenger, pero vi la categoría Mission 1.000 y pensé: ‘Es algo innovador. ¿Qué categoría puede encajar más con los patrocinadores? La categoría del futuro, para vehículos cero emisiones’. Entonces, miré el mercado de motos eléctricas y decidí ir al Dakar en Mission 1000 con la moto número 1. Y por ello, Stark Future se ha dado de alta en el Dakar por primera vez en la historia. La Stark Future, a nivel competitivo, está al mismo nivel o superior que motos de combustión en motocross y enduro, donde no tienes que ir mirando el consumo. Mi objetivo es ganar la categoría de moto en Mission 1.000 y demostrar que una moto deportiva así es totalmente viable y que es el presente y futuro".
“De joven me iba con un 2CV a París para ver la salida del Dakar. Mi vida y mi persona está hecha por y para el Dakar. Han sido tantas vivencias las que he tenido en esta carrera que han hecho mella en mi, siempre de forma positiva, incluso en los abandonos. He vivido situaciones extremas que me han hecho crecer como persona, más que en cualquier otra cosa en la vida. No lo digo por decir. Esto es real”.
