“Este Dakar me lo tomo como una pequeña revancha”

El 2018 ha sido un año muy duro para Nacho Sanchís. Tras participar por primera vez en la edición del año pasado, en la que tuvo que abandonar en la tercera etapa, el piloto enguerano ha tenido que sortear miles de obstáculos en el camino durante estos meses de preparación, especialmente el fallecimiento de su madre una semana antes de la disputa del Hellas Rally: “Aún así decidí ir y el tercer día de la prueba me rompí un hueso de la mano, el cuarto metatarsiano, pero no fui sabedor de la lesión hasta que volví a España y fui a un hospital, competí cinco días con la mano rota”. Pese a la grave lesión, Nacho finalizó 6º en el Hellas Rally y pasó varios meses de intensa recuperación, hasta que en el mes de agosto llegó un nuevo revés: “Mientras entrenaba en motocross tuve una caída y me rompí cinco costillas, la clavícula y tuve un pinchazo pulmonar y una fractura en la cadera, pese a todo no quería arrojar la toalla porque ante todo tenía el reto de volver al Dakar, estos últimos meses he notado una gran mejoría”. Nacho reconoce que los médicos le desaconsejaron su participación en esta edición pero su pasión por las motos y el Dakar le ha llevado a insistir y a poder estar en Perú el próximo 6 de enero: “Mi único objetivo es acabar, el año pasado fue un sueño realidad poder ir al Dakar, pero el resultado deportivo fue malo, me tomo esta edición como una pequeña revancha”.

I.S.: “Es positivo que no hayan enlaces tan largos, vamos a tener mucha arena, lo poco que conocí de Perú el año pasado me pareció un lugar formidable y con muy buenas posibilidades. Este Dakar va a dar mucho de sí. Es una prueba que he seguido desde pequeño por la tele, incluso he llegado a ir a Granada en Navidades siendo un niño, para ver los vehículos que bajaban a Marruecos, es algo que he llevado siempre dentro; las imágenes, los coches…Me he hecho mayor y he practicado con la moto, he competido y poco a poco he ido dando pasos que me han hecho llegar al Dakar”