“Tengo ganas de que este año sea el mío”
EN BREVE…
- Lorenzo Santolino ha sido la gran baza de Sherco en los últimos Dakares en moto por su enorme constancia, talento y capacidad de desarrollo. Y lo seguirá siendo en 2025, en su 7ª participación. En 2021 fue 6º, su mejor posición hasta ahora, en 2022 fue 11º y en 2023 volvió al Top- 10 (9º). En 2024, tras una muy buena 6ª posición en la etapa 1 y grandes sensaciones encima de la moto, tuvo que abandonar en la etapa 2 por un problema mecánico cuando perseguía el Top-5. Un año después, regresa con el mismo objetivo. En el Rally de Marruecos fue 2º en la última etapa, aviso del potencial que puede volver a desplegar.
- Su edición más emotiva fue la de 2021. Allí, tras un año muy complicado por la crisis sanitaria y el fallecimiento de su madre por enfermedad, el piloto de Guijuelo pudo dedicarle a su madre la hazaña de llegar a la meta por primera vez con una brillante sexta posición final, siendo el mejor español en motos. Lo consiguió en una edición en la que subastó su equipación de carrera en favor de Pyfano, asociación salmantina que trabaja con niños enfermos de cáncer.
- Llegó a la élite gracias al sacrificio de una familia humilde y trabajadora. Su padre es profesional de mantenimiento de un embalse y su madre trabajaba de profesional de limpieza de un colegio. Ambos tuvieron que apretarse los cinturones para perseguir los sueños de su hijo, primero, recorriendo toda España con un coche con remolque y una tienda de campaña, y luego, con una furgoneta para que compitiera en motocross a nivel nacional, con solo una moto y menos material y recambios que sus rivales.
- Lorenzo quería dar el salto a competiciones internacionales y lo logró gracias al equipo nacional de enduro. Dejó el motocross y cambió de disciplina para aprovechar esa oportunidad y volvió a cambiar más tarde con su paso a los rallies con Sherco, con quien llegó al Dakar en 2019.
AMBICIÓN 2025
L.S.: “En la moto hemos mejorado algunos ajustes y en electrónica y hemos trabajado en la suspensión delantera, en la horquilla. La probamos bastante en Europa, pero Marruecos era la prueba de fuego para ver si todo estaba bien. La base era buena, pero notamos que había que hacer algunos pequeños ajustes en varios test posteriores en Marruecos en noviembre. Las sensaciones son buenas, ya que me aporta mayor confort y es positivo para el Dakar. La moto la conozco muy bien, así como sus reacciones, y eso me da seguridad y confianza”.
“Todas las carreras que había hecho durante el año habían sido en Europa en pistas y con menos navegación. Marruecos era mi vuelta al desierto. En el Rally Marruecos encontré muy buenas sensaciones, con un 2º puesto en la etapa final, al ritmo de los mejores. En el Dakar 2025 el objetivo es el Top-5. No es nada fácil, pero podemos estar ahí. Si todo va normal, debemos estar en el Top-10. Y si la carrera va un poco a nuestro favor, podemos estar en el Top-5. Es un objetivo realista. ¿Soñar con un podio? ¿Por qué no? Pero se tendrían que alinear muchas cosas. El problema del 2024 fue una pena porque creo que podíamos haber hecho un buen Dakar. Tengo ganas de que este año sea el mío, que todo me vaya de cara y poder exprimir al máximo el Dakar”.