“Será un desafío llegar al final”

Jorge Pérez Companc navegando a su hermano Luis, integró la primera tripulación argentina que en la edición africana de 2000 logró llegar al final del Dakar en El Cairo, a bordo de una Toyota Landcruiser HDJ 80. A partir de allí, Jorge compitió varias temporadas en el campeonato argentino de rally, obteniendo varios títulos nacionales y sudamericanos. Entre 2007 y 2011 compitió al máximo nivel del WRC, como navegante de Federico Villagra en el equipo británico Stobart. En 2014 volvió al Dakar, logrando el P12 en la categoría Autos, siempre junto a Federico Villagra. Su última incursión en la prueba fue en 2016 a bordo de un camión Iveco, formando equipo con Villagra y Andrés Memi, obteniendo un consagratorio lugar en el podio. Luego de este período, Jorge volvió a incursionar en las competencias de regularidad histórica, siendo un habitué de rallies como el Marruecos histórico y el de Costa Brava. Durante 2023, en preparación para el Dakar, fue P2 en su clase en el Rally Costa Brava, P3 en el Rally de Asturias Histórico, P9 en el RallyClassics Africa y triunfó en su categoría en el Badawi Trail, logrando el P2 en la general. Animado por tan buenos resultados, Jorge debutará en el Dakar Classic con una Toyota Landcruiser, réplica exacta de aquella que tripuló en el año 2000. A su lado estará José María Volta, destacado navegante argentino de rally, multicampeón en diversas categorías, quien también compitió en la máxima división del rally mundial entre 2006 y 2008, navegando a Luis Pérez Companc en el equipo Munchi’s Ford WRT. José María registra un único antecedente en el Dakar 2000, cuando debió abandonar a poco del final en la categoría Autos, en la butaca derecha de Juan Pablo Raies. El cordobés volvería al Dakar en posteriores ediciones como jefe de equipo y también efectuó la cobertura periodística del evento en la etapa sudamericana de la carrera. Jorge y José María, precedidos de un extenso palmarés, serán esta vez los rookies del Classic en busca de nuevas aventuras.

J.P.C: “Nos entusiasman las carreras de clásicos, porque estamos buscando con José alternativas que nos permitan seguir en la actividad pero sin la presión de la velocidad pura todo el tiempo. Hace rato que veníamos dando vueltas con el Classic y nos decidimos a probar este año. Hemos elegido una camioneta que está hecha como una réplica casi exacta a la que corrimos en el 2000, ya que tratamos de mantenerla lo más original a la época posible. Está bien armada, pero es antigua. De hecho los amortiguadores son de la camioneta que usamos en el 2000 y es por eso que resulta desafiante llegar.”
“¿Qué me parece el recorrido? Me asustan las dunas porque nunca manejé en ellas salvo en Marruecos hace un par de meses. Siempre fui navegante, pero hay que intentarlo… En cuanto al resultado, no soy tan exigente. Obviamente, me gustaría estar adelante pero es nuestra primera vez y hay corredores con mucha experiencia en este tipo de carreras. Es más, nuestros compañeros de equipo llevan varios Dakar Classic corridos con muy buenos resultados.”


J.M.V.: “He estado en el Dakar de diversas maneras: como navegante, como jefe de equipo, como periodista. Y cada vez me prometía que ese Dakar iba a ser el último. A los dos meses ya pensaba que no había estado nada mal y a los seis meses ya tenía ganas de estar de nuevo. Lo mejor del Dakar es todo lo vivido en amistad y compañerismo dentro de una ciudad que se va moviendo durante 15 días.”
“Este 2023 hemos aprendido y practicado en Marruecos todos los sistemas referidos a la regularidad, lo que es todo un desafío, sumado a las condiciones del terreno. Al fin y al cabo de lo que se trata es de cometer la menor cantidad de errores posible. La Toyota Landcruiser HDJ 80 es un vehículo ideal. Muy rústica y confiable, es como un ‘pequeño tanque de guerra’. ¿Cuál es nuestro objetivo de resultado? Somos competitivos, sabemos que es difícil ganarle a los especialistas, pero vamos a tratar de llegar al podio. Vamos a luchar para eso”.