Los señores de los anillos
Dakar 2025 |
Etapa 6 |
HAIL
> AL DUWADIMI
10 enero 2025
- 21:15
[GMT + 3]
Cada año, el Dakar Classic encuentra a un favorito que levanta pasiones. Tras el auténtico buggy Sunhill que ganó la primera edición, la réplica del Peugeot 205 T16 de Vatanen en 2023, la réplica del Porsche 959 de René Metge el año pasado, esta vez la estrella es la réplica del Audi Quattro Rally S1 Dakar de 1985. Y como los anillos de la marca, no hay uno, ¡sino 4!
¿Quién no ha oído hablar del Audi Quattro? Un coche de rally legendario que otorgó su fama y su nombre a una tecnología que ha perdurado a lo largo de los tiempos, el ADN de la marca de los anillos. Retrocedamos a los años 80, cuando la categoría Grupo B era la reina de los rallyes. Audi ganaba entonces dos campeonatos del mundo (1980 y 1984) con el primer coche con cuatro ruedas motrices de la historia de la disciplina. Fue una revolución que el importador francés quiso replicar en el París-Argel-Dakar de 1985 con tres coches especialmente adaptados. Darniche protagonizó una salida impresionante, ganando el prólogo. Ninguno llegó hasta el final. Ese año, Michèle Mouton pulverizó el récord de la subida a Pikes Peak, en Estados Unidos, con una versión del 600 CV ¡que pesaba menos de una tonelada! Al año siguiente, se prohibieron los coches del Grupo B marcando el fin de una era. Pero volvamos al tema que nos ocupa hoy…
Se preparan desde hace 3 años y son 4 holandeses en el Dakar Classic. El equipo “Dutch Quattro Legend” es de los Países Bajos y dos de sus pilotos son antiguas estrellas del Dakar. Uno en coches y el otro en camiones. Erik van Loon, que compitió entre 2009 y 2017, sigue siendo el neerlandés que más éxito ha cosechado en coches, con un 4º puesto al volante de un Mini oficial en 2015. Hans Stacey es un dakariano con 11 ediciones en su haber, incluyendo 3 podios en la categoría camiones y una victoria en 2007. Los Audi son los únicos coches inscritos en la categoría H4 de esta 5ª edición, la de mayor velocidad media, por tanto, aquella en la que es más difícil respetar los tiempos. Sin embargo, los dos expilotos y sus amigos Peter van den Bosch, antiguo competidor de camiones, y Frits van Eerd están aquí con un objetivo completamente diferente: unir sus 4 aros en el caldero del Dakar... en busca de un placer que entra primero por los ojos.
Stacey disimula un poco su alegría y admite que la regularidad no es lo suyo: “Entre el Dakar que corrí en camión y en Dakar Classic, es como comparar jugar al fútbol y al golf. En Classic, uno pasa más tiempo pegado a las herramientas de regularidad del salpicadero que con los ojos en la pista”. Erik interviene: “A Stacey le cuesta acostumbrarse, pero cuando tiene que recuperar tiempo y cambia de marcha y alcanza los 150 km/h en 2 segundos, no veas qué sonrisa se le pone en la cara”. Erik es el que mejor se ha adaptado a las reglas del Classic: “Tenemos que tomárnoslas en serio, porque si no jugamos el juego, destrozamos las carreras de los demás con nuestro polvo. He abierto pista desde el principio, excepto ayer, cuando pinché. Para recuperar el tiempo perdido, pisé a fondo abriendo pista durante media hora, como hacían los pilotos en los años 80. Quizá incluso más rápido, porque nuestra suspensión y nuestros frenos son mucho mejores que los que tenían ellos. Con nuestros coches en 1985, podrían haber ganado”.
Todas las estrellas del Dakar han acudido a admirar el Quattro en el vivac, desde Carlos Sainz hasta Nasser Al Attiyah y Sébastien Loeb. Hace justo 40 años, este coche legendario fracasó en su desafío del Dakar. Para Erik van Loon, que abrió el libro de las máquinas modernas en la categoría reina al ser el primero en probar un Hilux T1+ en el Rallye de Marruecos 2021 antes de su lanzamiento en el siguiente Dakar, ganado por Nasser Al Attiyah, es una bonita forma de echar la vista atrás 40 años, pero con un pequeño extra en el T1+: “Tenemos el coche más potente del vivac. Lo hemos llevado hasta los 450 CV, más de lo que permite el reglamento T1+. También es más de lo que necesitamos para el Dakar Classic, pero ¿cómo podíamos resistirnos?”
Su participación en el Dakar Classic llega un año después de la victoria de la marca de los anillos, con Carlos Sainz al volante del coche con la tecnología más loca de la historia de la carrera. Este año, ¡ahora son ellos los señores de los anillos!