El Dakar en coche es un desafío con múltiples opciones. Ya sea por aventura o por rendimiento, con objetivos que dependen del talento y de los medios, el vehículo elegido determina el campo de posibilidades. Desde hace varios años, los vehículos ligeros responden a las necesidades de muchos pilotos que buscan la mejor manera de expresarse en el desierto. Y para algunos, representan un trampolín capaz de impulsarlos hacia la categoría reina: Ultimate.
El análisis del fenómeno es revelador: entre los 11 primeros de la clasificación FIA 2025, 5 vivieron su bautismo en el Dakar dentro de un Challenger o un SSV: Mattias Ekström (3ᵉ), Mitch Guthrie (5ᵉ), João Ferreira (8ᵉ), Seth Quintero (9ᵉ) y Rokas Baciuška (11ᵉ).
No todos tienen necesariamente la ambición de seguir el ejemplo de estos recientes invitados a la élite, pero puede ser el destino de algunos de los que lucharán por el título de Challenger en Arabia Saudí. El vigente campeón Nicolás Cavigliasso gestionó perfectamente la ventaja construida al inicio del rally en su camino hacia la victoria, acompañado de su esposa Valentina Pertegarini. El dúo mantuvo su impulso, y su regularidad fue recompensada con la victoria del campeonato W2RC al final de la temporada.
Sin embargo, la pareja argentina no tiene la victoria asegurada de cara al regreso a Yanbu el 17 de enero. En su campaña 2025 fueron superados, por ejemplo, por Dania Akeel en el Abu Dhabi Desert Challenge; por otro dúo argentino, David Zille y Sebastian Cesana, en el Safari Rally; y por Pau Navarro en su última actuación en el Rally de Marruecos. Todos ellos querrán repetir la hazaña en el escenario más prestigioso.
También se observará a varios posibles outsiders con perfiles muy diversos pero capaces de sorprender, como dos múltiples ganadores en quad: Alexandre Giroud (2022–23) e Ignacio Casale (2014–18–20), que aún no han culminado su reconversión. La transición del doble vencedor en moto Kevin Benavides también será seguida muy de cerca. Y los aficionados más veteranos estarán atentos al regreso de Bruno Saby, ganador en 1993 y de vuelta tras su última participación en 2007.
La concentración de aspirantes a la victoria es igualmente densa en SSV. A comienzos de año, con un Touareg en manos, Brock Heger celebró su 25º cumpleaños en Shubaytah al ganar en su debut. El estadounidense vuelve a poner su título en juego dentro del equipo Loeb Fraymedia Motorsport, que se ha reforzado. Además de su predecesor Xavier de Soultrait (vencedor en 2024), las opciones de éxito también recaerán sobre el portugués Gonçalo Guerreiro, una de las revelaciones de 2025 en Challenger, y sobre el sueco Johan Kristoffersson, uno de los debutantes más observados tras ganar ocho veces el campeonato mundial de rallycross.
Aun así, el mayor experto en estos vehículos es sin duda Francisco “Chaleco” López, ganador tanto en SSV (2019–21) como en Challenger (2022). El chileno quedó privado del máximo honor en la última edición por problemas mecánicos al inicio de la carrera, pero aun así conquistó cinco etapas y terminó 2ᵉ. En el podio de la categoría superó a Alexandre Pinto (3ᵉ), el piloto portugués que terminó en lo más alto del campeonato W2RC 2025.
Como en Challenger, varios antiguos quads de éxito estarán presentes, incluyendo a los argentinos Manuel Andújar y Jeremías González Ferioli. En cuanto a las reconversiones, el pelotón SSV acoge, en registros distintos, al doble vencedor del Dakar Classic Carlos Santaolalla, y al ex piloto oficial KTM David Casteu (2ᵉ en 2007), que afronta su 15ª participación.
