“Disfrutar cada kilómetro y cada minuto en carrera”

Francisco y Rafael -o mejor Chisco y Rafa- son hermanos, procedentes de Santander y aunque el primero se inclinó por los coches y el segundo por las motos, en 2021 decidieron estrenarse en el Rally Dakar en la categoría Classic. Lo hicieron a bordo de un Nissan Terrano, un vehículo que a Chisco le parecía más romántico porque está asociado a los primeros años de la prueba en África y a la participación de André Dessoude. Con él, los dos hermanos lograron acabar en la 18ª plaza de la general en su debut, aunque sufriendo bastantes problemas mecánicos por el poco tiempo que tuvieron para preparar el vehículo. Pero en su segunda participación vivieron una experiencia dura, pero a la vez muy especial, al romper el motor de su vehículo y estar durante cinco días en Ha’il con la población local para lograr repararlo. Pero una segunda rotura en la etapa 9 puso fin a sus esperanzas de manera dolorosa. Estos dos empresarios de Santander, propietarios de una fábrica de embalajes de madera, no se han amedrentado y vuelven con energías y motivaciones renovadas. Para ello, han preparado y desarrollado su 4x4 junto a los alumnos de una escuela de Formación Profesional de Santander. Los hermanos Benavente llegarán a la 45ª edición con ganas de no defraudar a todos los que les apoyan y conscientes de que tendrán que cuidar mucho la mecánica para ver la meta en la costa este de Arabia Saudí.

F.J.B.: “El año pasado fue traumático, pero hemos hecho balance y es cierto que nos ha servido para ver la otra cara del Dakar. Fue una vivencia espectacular el estar durante cinco días reparando el motor y conviviendo con gente local. Aunque abandonamos finalmente después de habernos reenganchado, lejos de quitarnos las ganas, ha incrementado el afán de superación para volver este año y poder finalizar. El objetivo es completar cada etapa y llegar a meta. Queremos demostrar lo que somos capaces de hacer con un vehículo de más de 30 años de antigüedad. El Dakar Classic nos ha dado la posibilidad de aunar la pasión por los raids y el pilotaje de un vehículo clásico. Tenemos ganas de competir contra equipos profesionales después de haber preparado el coche junto con los alumnos, profesores y exalumnos de un centro de Formación Profesional de Santander”.

R.B.D.R: “Vamos a por nuestra tercera participación en el Dakar con ganas de disfrutar cada kilómetro y cada minuto en carrera. El año pasado fue muy frustrante a nivel deportivo, pero a nivel humano fue una experiencia brutal, después de quedarnos tirados durante cinco días reparando el motor. Vivimos algo único al tener que integrarnos con la población local antes de reincorporarnos al vivac… y volver a romper el motor en la etapa 9. No queremos defraudar a todas las personas que nos han apoyado y que viven nuestra participación como si fueran en el coche con nosotros. Además, es algo muy especial el llegar con un vehículo que hemos revisado y preparado estos meses con tanto mimo en un centro de Formación Profesional”.