El Dakar de última hora… siempre entre amigos!
Dakar 2025 |
Etapa 1 |
BISHA
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4 enero 2025
- 22:04
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Lionel Costes ya estaba centrado en la preparación del Dakar 2026, para el que tiene previsto acompañar a sus dos hijos en la que será la primera participación de ambos en motocicleta. Pero nada gusta más a este francés que estar donde más falta hace y aquí está al final de una rocambolesca historia en la que ha acabado convertido en copiloto de Ludovic Ghirardi.
Suele oírse hablar del ambiente familiar que reina en el seno del equipo MD Rallye. Y no es una cuestión de marketing. Ludovic Ghirardi ha podido dar buena cuenta de ello en estos últimos días al ver cómo funcionaba la camaradería para salvar su segunda participación en el Dakar. El empresario de Villeurbanne y Val Thorens se encontró sin copiloto tras la ausencia de última hora de François Borsotto, artífice de su 26º puesto en 2023. Maryse, esposa del fundador Antoine Morel, se hizo cargo inmediatamente de este asunto tan delicado, con calma pero sin saber si encontraría la solución ideal. Fue entonces cuando surgió la idea de llamar por teléfono a Lionel Costes, copiloto de Jean-Rémy Berghoune, que había decidido tomarse un descanso este año. “Sabía que los dos se conocían, que se llevaban bien y que sería fácil emparentarlos”, ríe la gobernanta del equipo normando. Pero todavía faltaba que Costes se liberara para que pudiera sentarse a tiempo a la derecha de Ludovic: “Por suerte, mi mujer fue comprensiva y me animó para que me marchara, aunque eso significara estar fuera de casa durante quince días”, explica el navegante-rescatador. “Pero poco antes yo había perdido el pasaporte, así que tuve que conseguir uno nuevo de urgencia. Pude hacerlo con rapidez, pero varias compañías aéreas me negaron el acceso a sus aviones, así que todo empezó siendo algo estresante.”
Al tercer intento y gracias a una solicitud ministerial de exención de la compañía aérea nacional saudí, Lionel Costes pudo embarcar en su vuelo con destino a Yeda. Pero la carrera contrarreloj no había hecho más que empezar. “Recibimos el correo el jueves por la tarde, así que pudimos subir al avión el jueves por la noche y nada más aterrizar recorrimos en taxi los 500 kilómetros de distancia hasta Bisha. Apenas dormí.” La FIA había adelantado las formalidades y Lionel ya estaba inscrito en la lista de salida, pero aún no había tenido tiempo de ponerse el mono cuando apenas faltaba una hora para el inicio del prólogo. “Estar aquí ha sido toda una locura, pero estoy encantado de poder empezar la carrera porque en el fondo estaba deseando volver”, admite el copiloto del Optimus #263, cuyo piloto respira por fin aliviado. Y como era de esperar, toda esta reanudación improvisada del contacto con la competición no se ha traducido en una actuación flamante, ya que el prólogo se completó en la 67ª posición. El progreso fue más bien escaso al día siguiente y el dúo terminó la primera etapa en 63ª posición, a 47 minutos de Seth Quintero. Y sin embargo, la jornada terminó con los honores del podio, donde recibió el premio "Espíritu Dakar", recompensando en este caso un gran sentido de la amistad: “Es totalmente inesperado. Seguimos siendo pilotos aficionados aunque intentemos acercarnos a los primeros puestos. Y el mérito no es mío, es sobre todo de Maryse, que ha hecho todo lo posible para que yo llegara a tiempo”. Y con eso, habría que darle el premio a la modestia como premio extra.