“Soy un soldado”

Dakar 2024 | Etapa 6 | SHUBAYTAH > SHUBAYTAH
12 enero 2024 - 20:32 [GMT + 3]

Desde 2019, Javi Vega está embarcado en una misión en el Dakar. Primero, lo hizo por quien le contestó con un “sí” en el podio en 2022, a quien ya había escoltado en 2021 para que se convirtiera en la primera mujer en terminar el Dakar en Original by Motul. Y en segundo lugar, por él, para quitarse la espinita tras escapársele el título el año pasado. Sin embargo, en este su sexto Dakar, la carrera le ha condenado a la cola de los motoristas la noche de la etapa 6A. Pero Javi ya ha tocado fondo en otras ocasiones y eso nunca le ha frenado. 

Javi Vega fue el último motorista en llegar al área de descanso A de la crono de 48h. El área, podría decirse, de los náufragos de la primera semana. Y le quedaban aún 425 km de dunas por recorrer en la etapa 6B. ¿Al otro lado del túnel? Nadie. El español forma parte del contingente de Original by Motul, esos motoristas que solo se tienen a sí mismos al atardecer en el vivac. A veces por cuestiones de economía o por el reto que representa rodar sin asistencia, si no ambas cosas a la vez. Javi se ha convertido en un fijo en la categoría pero en su caso la soledad es relativa. El español ha participado en cuatro ediciones con Sara García, su compañera, a quien pidió matrimonio en el podio del Dakar tras compartir con ella tres ediciones del rally. Sara, de hecho, se convirtió en la primera mujer en acabar el rally en Original by Motul en 2021, un año antes de aceptar el anillo de pedida de Javi. Convertidos ya en marido y mujer en 2022, Sara no pudo inscribirse en 2023. En vista de ello, el madrileño se marcó como objetivo imponerse en la categoría Original by Motul en su quinta participación. Y a punto estuvo de conseguirlo, pues terminó 21º en el podio de llegada y 30º en la general. Sin duda una actuación loable. Pero el reglamento, en su afán por reservar la categoría Original by Motul a los pilotos amateur, no permite la clasificación a los integrantes del Top 30 de las dos ediciones anteriores. Por ello, Javi regresa este año con el objetivo de prepararse para el reto en el futuro. Bajo las estrellas y junto a la hoguera del área A, va bien encaminado. Muy lejos queda, eso sí, su Top 30 del año pasado.  

“El año pasado viví un Dakar perfecto. Hoy, he roto el cárter del motor. Al final he conseguido arreglarlo pero he perdido dos horas. Mis compañeros estaban por el kilómetro 400 mientras que yo seguía en el 200.” Pese a ello, Javi no pierde la moral y busca sin tregua el origen de la avería que afecta al odómetro, el instrumento que le permite saber en qué kilómetro se encuentra y qué casilla del road book consultar. La avería resulta especialmente molesta cuando uno va último, ¿no? “Un poco”, contesta Javi esbozando una sonrisa. Ahora bien, no es la primera vez que hace de farolillo rojo. También fue último en una ocasión en Perú, en 2019. “Estaba con mi chica y su motor tuvo un problema. Intentamos encontrar una solución pero al final la tuvo que remolcar el camión escoba y perdimos 17 horas. Este año, estoy solo, así que solo tengo que ocuparme de los problemas de mi moto. Voy a seguir. No me importa ser el último en la pista. Soy un soldado. Si consigo reparar la moto, reanudaré la ruta. Al final todos tenemos percances en el Dakar y hay que solucionarlos”. Lo crean o no tras pronunciar esta frase Javi dio con el fusible azul con la pinza, ese que tanto buscaba. Finalmente su Yamaha con el dorsal número 40 salió del Empty Quarter… en 65º posición de la general en la jornada de descanso. Pero no hay mal que por bien no venga, pues podrá aspirar de nuevo a lo alto de la clasificación Original by Motul.