Klein, un tipo especial

Dakar 2024 | Etapa 5 | AL-HOFUF > SHUBAYTAH
10 enero 2024 - 11:42 [GMT + 3]

Donde otros se habrían rendido hace mucho tiempo, Mason Klein se aferra al manillar de una Kove necesitada de fiabilidad. Contra todo pronóstico, este estadounidense se está labrando su propio camino, impulsado por el placer de pilotar en plena naturaleza.


Sólo tiene 22 años, pero ya es una de las estrellas del Dakar. Mason Klein es un tipo especial. Inclasificable. Un acróbata para algunos, un animal indomable para otros, y en particular para aquellos que no se han dignado ofrecerle una moto oficial a la que su talento parecería haberle destinado. Hace dos años, en su debut en el Dakar, el joven americano causó sensación al terminar el rally entre los diez primeros y con el título de mejor debutante. El año pasado, subió al podio tras ganar la segunda etapa. Hasta que una fuerte caída tras un choque con Adrien Van Beveren le obligó a retirarse poco después de la jornada de descanso. Sus rivales se apresuraron a señalar con el dedo su temeraria toma de riesgos. Unas críticas que, evidentemente, dejan indiferente a este joven piloto, que parece vivir en su propio mundo. El hecho de que ningún equipo puntero le ofreciera una moto no le ha desanimó, y este año tomó la salida de su tercer Dakar. Para ello, Mason Klein creó su pequeño equipo familiar, Korr Off-road Racing, y apostó por el fabricante chino Kove. Una apuesta que estuvo a punto de torcerse antes del inicio de la carrera, cuando su máquina se quedó bloqueada en la aduana. Pero el californiano consiguió recuperarla a tiempo para el prólogo, que terminó entre los diez primeros. Y aunque podía haber elegido un lugar más cómodo para iniciar la primera etapa, decidió abrirla. Una elección que, obviamente, divirtió a sus rivales... "Quería estar delante. Quería estar delante porque me gusta navegar y abrir la traza", comenta el estadounidense. Unos días antes, dijo que había comprendido que tenía que ser paciente y no atacar necesariamente mientras navegaba. Como resultado, consiguió el tercer puesto en la primera etapa. Por desgracia, la historia duró poco. Al día siguiente, Mason sufrió una serie de problemas técnicos que le hicieron caer en picado en la clasificación general. Tras llegar al vivac de Al Salamiya en última posición, volvió a tener problemas de camino a Al Hofouf. Esta vez, el piloto de Kove tuvo que ser atendido al final de la etapa tras batirse en duelo con hierba de camello: “El desierto saudí es más duro que el californiano. Me atacó un arbusto más fuerte que yo.” Klein es un hueso duro de roer. El día anterior, pasó mucho tiempo retocando su máquina para salir de la especial después de conducir durante mucho tiempo de noche. “La cadena se salió y dañó el selector de cambios”, añadió. También tuvo problemas de inyección. Ayer, después de recibir tratamiento, pasó mucho tiempo intentando localizar la fuga de aceite que había convertido su moto en una freidora. “Estamos pagando nuestra falta de pruebas. Descubrí la moto cuando llegué a Arabia Saudí. Si hubiéramos podido probarla antes, se habrían evitado todos los problemas que tenemos hoy". Pero todo eso no es suficiente para desanimarle. "Aunque acabe último, lo importante para mí es llegar hasta la meta. Me encanta pilotar en el desierto. Mi puesto al final no es lo más importante". En cualquier caso, Mason Klein no puede esperar mucho más, ya que está a más de diez horas de los líderes.

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