El ojo del tigre mexicano

Dakar 2024 | Etapa 4 | AL SALAMIYA > AL-HOFUF
9 enero 2024 - 11:13 [GMT + 3]

Este Dakar cuenta con tres mexicanos en su parrilla. Un motorista y el dúo Daniel González Reina-Jorge Hernández Calva, que participan en su primer Dakar en SSV. El barbudo copiloto con aires de osito de peluche es uno de esos colegas que siempre quieres a tu vera. Y ello pese a tener un pequeño defecto. En cuanto se pone el sol, ¡se queda sopa! ¡Una historia para no dormir!

Daniel y Jorge vienen del universo de la Baja 1000 y han sido campeones nacionales sobre cuatro ruedas en el vecino Sonora Rally en 2022 y en 2023. Jorge, un tipo con las ideas bien claras, fue quien convenció a Daniel para que le acompañara en la aventura del Dakar sin pasar por el desafío “Road to Dakar” que tenían ya en el punto de mira. Ayer, a las puertas de la cuarta etapa, Jorge compartía las que son para él las grandes diferencias entre los desiertos de la Baja California y el Empty Quarter: las piedras y el frío. “Me encanta la competición pero odio acampar. Hemos dormido mal y ahora toca saltar a la pista y así durante los próximos diez días… Pero hemos venido a esto. Estamos acostumbrados a la Baja 1000, y no nos esperábamos tantos kilómetros de piedra, ni tampoco este frío. Todo el mundo piensa que este es un desierto caluroso, pero es frío de narices. Estoy tan cansado que podría dormir en el suelo. Literal”. 

Daniel, no obstante, ha sido previsor. En la tienda, además de llevar un saco de dormir como dios manda, tiene un accesorio que ha traído desde su México natal. Se trata de una manta de tigre. “Es la manta de mi abuela, la más caliente que conozco. Le estoy muy agradecido por habérmela enseñado. Es un tipo de manta que se vende en los mercadillos en México. En mi país, todo el mundo tiene una. Las hay con dibujos de águilas, lobos… siempre con animales salvajes. Cuando supe que haría frío, recordé las palabras de mi abuela. Cuando era chaval tenía una en mi casa, así que pensé que me vendría bien la compañía de un tigre en esta aventura. Mi colega sufre más porque él no tiene”.

Jorge, el piloto, no se queja tanto de la noche como de la dirección asistida de su SSV, que falló ayer y aún no ha logrado reparar, de manera que hoy le tocará hacer músculo durante toda la jornada. El hecho de que su copiloto se duerma en carrera para él es anecdótico. “Mi copiloto tiene el don de dormirse en cuanto se pone el sol. En carrera, cuando conduzco, en cualquier situación, ocurre lo mismo. Me doy cuenta porque me topo de sopetón con curvas, baches y es entonces cuando me giro y le veo dar cabezazos. Debo ocuparme entonces de la navegación para que él se eche un sueñecito. Ayer en el tramo neutralizado final de 170 km creo que durmió durante 169 km. Pero es buen copiloto, al menos cuando está despierto”.

Se trata de un don impresionante contra el que Jorge no quiere ni luchar. “He echado de menos mi manta del tigre en el coche ayer por la noche, hacía un frío helador”. Si Daniel y Jorge logran llevar su Polaris hasta la meta final, serán el primer equipo 100% mexicano en terminar el Dakar. Un compañero ya lo logró en 2014, pero acompañado de un piloto estadounidense. Si lo consiguen, será porque Daniel ha sabido abrir bien los ojos cuando Jorge cerraba los suyos. Y de lograrlo, no hay duda de que Jorge lucirá su manta en el podio. Esa que le trae buena suerte. El famoso ojo del tigre.

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