La leona saca sus garras

Dakar 2024 | Etapa 10 | ALULA > ALULA
16 enero 2024 - 23:56 [GMT + 3]

Laia Sanz es LA leyenda feminista del Dakar, un calificativo que se queda corto en vista de todo lo que ha hecho por la paridad en motos. Con 11 Dakares en motos entre 2011 y 2021 y un Top 10 en 2015, es la única mujer en el historia de la carrera que ha peleado codo con codo con los hombres en la primera línea de carrera. Desde 2022, Laia compite en cuatro ruedas, en busca del título en la categoría Ultimate. Su mantra es: “Si lo he conseguido en motos, ¿por qué no en coches?”

 Laia tenía una vida antes de meterse en el universo del rally. Era ya “Super Laia” en trial y en enduro. Y como en el rally raid, cuando la catalana se pone a ello, se pone en serio. 14 títulos mundiales femeninos en trial y 6 en enduro, sin duda récords absolutos en estas disciplinas. Este impresionante palmarés lo logró en un pasado no muy lejano. Cuando Laia puso punto y aparte a su carrera profesional en rally raid en enero de 2021, regresó a uno de sus primeros amores para descorchar dos últimos títulos mundiales en trial y en enduro. En 2022, Laia debutó en cuatro ruedas en Extreme E, de la mano de Carlos Sainz, que le recomendó pelear con los grandes en T1.  “Somos muy amigos. Fue él quien me animó a rodar en Extreme E con él. No sé por qué, pensaría que tengo potencial, imagino. Sabía que soy profesional, que trabajo duro y que amo lo que hago, al igual que él.Nos entendemos muy bien.”

En rally raid hace ya tres años, Laia no tuvo la suerte de su compatriota Nani Roma, que dio el salto desde el manillar a un volante oficial. Peterhansel también lo hizo antes que ella. Y Cyril Despres conoció la misma suerte que Roma. Se trata de una cuestión de timing, en opinión de Laia, que decidió no dejar pasar la ocasión de competir en T3 cuando se le presentó:  “Creo que si hubiera dado el salto cinco años antes las cosas habrían sido más fáciles. El nivel de los coches no era tan alto. Había diez coches punteros y el resto eran más homogéneos. Era más fácil colarse en el Top 10 que ahora. Este año, hay cuarenta T1+ inscritos en el Dakar. Para nuestra generación, es más difícil demostrar nuestro potencial. Me planteé el T3 pero Carlos me dijo que si quería firmar una buena actuación en el Dakar y conducir un coche puntero tenía que saber pilotar antes un coche de verdad. Quizás por eso he elegido el camino menos fácil.”

23ª en su primer intento y 65ª el año pasado, en AlUla al término de la Etapa 9, pese a un episodio de sobreconsumo y un embrague fuera de juego en la crono de 48h, además de un problema en el turbo en la etapa 8, el Century con los colores de Astara se sitúa en 15ª posición en la general. ¿Será que este tercer Dakar marcará un antes y un después en el carrera de Laia? “El año pasado fue difícil para mí. Este año he arrancado mejor, y la experiencia ayuda. He adquirido más técnica en el pilotaje al participar con Carlos Sainz y Mattias Ekstrom en el Extreme E, y me siento ahora más rápida. El coche también marca una gran diferencia. Ahora somos más regulares y no cometemos tantos errores. Salimos mejor posicionados y eso nos hace la vida más fácil”.

Esta valoración positiva no oculta la realidad del desafío al que se enfrenta con pleno conocimiento de causa: “Es posible rodar rápido con mi coche pero no es fácil, pues tiene dos ruedas motrices. En motos, si eres profesional y disciplinado y entrenas duro, puedes ir mejorando tu nivel con una moto estándar. En coches, no es así. Hace falta dinero. Es lo único que no me gusta de competir en coches. No basta con trabajar duro, algo que ya hago. También necesitas pasta. Tengo un buen coche pero me lo han prestado día y medio antes de la salida, y en estas condiciones es difícil pelear contra pilotos que llevan sentados en su coche un año competiendo en carreras.”  

Pero de rencorosa e impaciente Laia no tiene un pelo. Realista y combativa, Laia sigue siendo la leona que conoce su entorno como pocos y sabe sobrevivir a la temporada seca de Dakar en Dakar. Un puesto en un equipo puntero a imagen de su compatriota Cristina Gutiérrez, fichada en Dacia en 2024, sería algo bonito, aunque no le quita el sueño: “Estaría bien, pero no creo que vaya a ocurrir a corto. No puede funcionar si solo se presenta una vez al año en una carrera. Trato de aprovechar todas las oportunidades y espero que el año que viene sea mejor para mí. En motos, empezó así. El primer año, no tenía entrenamiento y progresé hasta colarme en un buen equipo, cosechando poco a poco buenos resultados. Intentaré hacer lo mismo en coches. Soy de nuevo una debutante. Todo el trabajo que he realizado antes ya no cuenta. Es como empezar de cero y no es fácil.”