La pasión por el Dakar, a todos los niveles

Dakar 2020 | Etapa 6 | Ha'il > Riyadh
10 enero 2020 - 08:39 [GMT + 3]

Arabia Saudí se abre al turismo y también al Dakar, carrera que acoge por primera vez, ambos motivos de satisfacción para Mishal Algunheim, el primer saudí inscrito en el rally en la categoría de motos.

© @viniciusbranca

Los planetas parecen haberse alineado para Mishal Algunheim. Hace casi treinta años el piloto, procedente de Al Khobar, una gran metrópolis de casi medio millón de habitantes situada a orillas del golfo Arábigo, se subía a su primera moto, de 40cc, animado por su hermano mayor, que le llevaba de paseo por el desierto. Con el paso de los años, fue aumentando la cilindrada de sus compañeras de viaje y también su pasión, que se hizo extensiva al parapente y el kitesurf.  “Empecé a dedicar mucho más tiempo a la moto sobre todo a partir del año 2008,” explica el piloto, que ha alcanzado ya la madurez a sus 35 años. Para Mishal, todo cambió hace poco más de un año, cuando los amantes del todoterreno del país se enteraron de que el Dakar pretendía desembarcar en su territorio. “Fue enterarme y pensar: tengo que ir. Y, para lograrlo, tenía que centrar toda mi atención en la moto. Decidí entonces inscribirme en el Abu Dhabi Desert Challenge en un esfuerzo por convencer a los organizadores de que me dejaran participar.”

Se trata sin duda de un reto mayúsculo para este piloto amateur, que empieza a desvincularse de la empresa promotora familiar para emprender una nueva carrera en la organización de rally raids en el desierto. La idea primero era organizar carreras entre amigos, pero el objetivo último es convertirlo en una actividad profesional. “El Dakar es un desafío doble para mí. Por un lado, está la motivación deportiva y, por otro, la posibilidad de poder convertirme en el primer piloto saudí en terminar un Dakar en motos, sería sin duda la mejor publicidad posible para mi pequeña empresa.” Para lograr el “doblete”, el motorista con el dorsal número 70 es consciente de que deberá apretar los dientes y pelear como un león sobre su moto para recorrer terrenos que jamás pensó que serían tan sumamente técnicos. “Los 4 primeros días han sido muy duros, no me siento en absoluto cómodo rodando sobre terrenos pedregosos. Nunca imaginé que tendríamos que rodar a 30 km/h… Pero está claro que hay que saber dominar la moto en todas las condiciones.”  En este contexto, Mishal no pudo evitar las caídas, “aunque por suerte solo toqué el suelo una vez, a gran velocidad pero sin consecuencias” y también perforó su depósito, aunque sin comprometer su futuro en la carrera. El joven, perseverante como pocos, apuesta por la prudencia como estrategia: “No soy un piloto rápido, pero no me caigo en la arena y creo que la segunda semana de competición se ajusta más a mi perfil. Mi intención no es pelear por la victoria sino terminar la carrera, así que tengo que rodar a un ritmo decente para no acabar último.” Todo sea para dar alas a su negocio…    

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