Querer es poder

Dakar 2021 | Etapa 3 | Wadi Ad-Dawasir > Wadi Ad-Dawasir
5 enero 2021 - 09:15 [GMT + 3]

Laia Sanz, debilitada y todavía convaleciente, ha decidido pese a todo dar ejemplo. Una misión que considera fundamental la mejor mujer de la prueba desde sus inicios en el Dakar en 2011.  

Hace tan solo dos meses, Laia Sanz no sabía si podría tomar la salida de su undécimo Dakar. La duda no se debía a las heridas y lesiones sucesivas en 2020, como en las manos, tras una caída en el Andalucía Rally, sino a que contrajo la enfermedad de Lyme en otoño. “Me ha dejado sin energía y prácticamente no he podido entrenar desde hace dos meses”, explicaba la piloto oficial de Gas-Gas al llegar a Jeddah. “Todavía tomo antibióticos, así que asumo que la carrera será difícil. Aunque mi objetivo era terminar de nuevo en el Top 15, he tomado la salida sin someterme a ninguna presión y voy a intentar hacerlo lo mejor que pueda”. Ayer en Wadi Ad-Dawasri, Laia Sanz terminó la etapa en 23ª posición. La víspera, en Bisha, finalizaba la primera especial en 33er lugar. Las dos primeras jornadas, que todos los competidores coinciden en calificar de difíciles y duras, Laia Sanz las ha terminado con una sonrisa. “Es raro”, decía resoplando ayer por la tarde. “Aunque me falta entrenamiento, me he sentido mejor el segundo día que el primero. No sabía si iba a poder terminar la primera jornada, pero ahora tengo la sensación de haber encontrado mi ritmo. Estoy contenta”. Lejos de su mejor nivel, Laia aspira ante todo a terminar las dos semanas de carrera. “Ya veremos cómo evoluciona mi condición, tampoco quiero comerme mucho el tarro”. Aunque prefiere no tentar al diablo, todo apunta a que la piloto catalana está dispuesta a sufrir lo que haga falta para llegar a Jeddah. Para ella, participar en el Dakar en Arabia Saudí es otra forma de predicar con el ejemplo. “Desde que disputar carreras es mi profesión, siempre he tenido que luchar para abrirme un hueco y acceder a algún tipo de reconocimiento”, confesaba hace poco. “Esa perseverancia es la que me ha permitido lograr un puesto en el equipo oficial”. Y es lo que le ha permitido desde hace años plantar cara en pie de igualdad a sus rivales masculinos.

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