Al límite de sus fuerzas

Dakar 2023 | Etapa 13 | SHAYBAH > AL-HOFUF
14 enero 2023 - 16:52 [GMT + 3]

Michael Jacobi culminará mañana su primer Dakar con el hombro derecho roto por una fractura que se hizo en el segundo día de carrera y que no consiguió poner freno a su determinación.

Hoy seguía apretando los dientes. Entre Shaybah y Al-Hofuf, Michael Jacobi volvía a sobreponerse al dolor para llegar al final de la etapa… y a sí mismo, como viene haciendo desde la caída que a punto estuvo de acabar prematuramente con su primer Dakar a 40 km del Sea Camp. Fue el 2 de enero. “Reboté contra unas rocas y acabé en el suelo”, cuenta el francés del departamento del Alto Saboya. “Cuando volví a subirme a la moto, me di cuenta en seguida de que algo no iba bien. Apreté los dientes para llegar al vivac, porque era muy al principio de una especial larga y difícil. Había piedras por todas partes. Me dije que este Dakar era el proyecto de mi vida y que abandonar no era una opción. Al final del segundo día de carrera, llegó el veredicto: fractura acromioclavicular del hombro derecho. Los médicos le sugirieron que tirara la toalla. Su respuesta: "¡Vendadme y mañana mismo vuelvo a la moto!”. Durante los últimos doce días, Michael Jacobi ha estado apretando los dientes y explorando sus límites. “Al día siguiente, cuando volví a subirme a la moto, me pregunté a mí mismo que qué hacía allí. Me dolía mucho. Cuando pilotas en estas condiciones, la cosa cambia. No puedes levantarte, así que no te queda otra que sentarte y aguantar. Y luego a veces llueve o hace frío. En fin, no pasa nada, ¡el Dakar es así!”. A Michael le sobra fuerza de voluntad. En 2017, durante un evento de motocross en el que participaba, una caída muy fea le valió un ingreso hospitalario con las vértebras fracturadas. Por poco se queda parapléjico. Tras meses de sufrimiento y reeducación, su gran fortaleza mental le sirvió para volver a ponerse de pie y después, para subirse a una moto. Llegó a retomar las carreras y participó en rallies en Túnez y en Marruecos. El sueño del Dakar volvió a hacer acto de presencia en su mente. “Cuando eres motero, el Dakar es un sueño. Para un motorista, el Dakar es la carrera más emblemática posible, la que debes haber intentado hacer como mínimo una vez en la vida. El resto del año conduce camiones madereros y asegura que sabe medir bien los riesgos cuando conduce su moto y cuando conduce su camión cargado de troncos y madera por las carreteras de la Alta Saboya. Así llegó el sábado por la tarde al final de la penúltima especial de su primer Dakar, dispuesto a recorrer los últimos kilómetros y recoger la medalla de finisher que quizás merecía más que nadie. “Hubo muchos momentos en los que me pregunté que qué estaba haciendo allí, y muchos otros en los que todo me parecía precioso y me consideraba un privilegiado por estar allí. Hubo días con y días sin. El final fue difícil con todas las dunas y esas grandes pendientes en las que me costaba quedarme de pie. Al final, por compensar demasiado, te empiezan a salir contracturas musculares y te bloqueas mucho. Creo que sigo porque es mi primer Dakar. Si no, ya me habría ido. Habría cogido un avión y me habría ido a casa”.

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