¿Parar o seguir?

Dakar 2023 | Etapa 1 | ALULA > AL HENAKIYAH
1 enero 2023 - 21:21 [GMT + 3]

En su primera participación en el Dakar, Lois Abbadie ha vivido un auténtico calvario, con una caída que plantea una interrogante sobre la continuación de su aventura. Aunque la clavícula rota le duele y mucho, parece que no lo suficiente para tener claro que quiere parar. 

Todo iba bien para Lois Abbadie en su primera etapa en el Dakar… hasta el kilómetro 102 de la especial, cuando una caída puso patas arribas todos sus planes. El piloto, oriundo de la isla de la Reunión, no ha sido nada imprudente, pero las pistas del Dakar tienden a veces trampas imprevistas: “Me encontraba en una pista bastante rápida y tuve algo de mala suerte. Mi trayectoria era buena, pero toqué un arbusto a la izquierda y salí volando por los aires. Al incorporarme sentí un fuerte dolor en el hombro. Confiaba en que fuera una pequeña luxación”. Esperando que así fuera, acudió a los médicos que le trataron y animaron. “Me vendaron y eso me permitió seguir un poco en la especial. El helicóptero me siguió y luego en el control horario siguiente, el equipo médico me dijo que era más razonable que regresara al vivac por la carretera”.  

En el centro médico, se vio que la cosa era más seria tras un examen más pormenorizado. “Después de realizar la radiografía, quedó claro que tenía una clara fractura de clavícula. No se me prohibía reanudar la carrera, pero tenía que sopesar los pros y los contras. Tengo ganas de animarme a seguir un día o dos más de carrera, pero la otra opción es cuidar mi hombro. En las dunas del Empty Quarter, no voy a poder levantar la moto solo. Así que aún no sé si tomaré la salida mañana por la mañana o no.”  

En el Nomade Racing Team hay un pequeño clan de la isla de la Reunión. Lois ha viajado con dos amigos, Rodolphe De Palmas, al que conoce desde que era niño, y Stéphane Hamard, su vecino, que ya cuenta con siete ediciones del Dakar a sus espaldas. Expresan su amistad de forma muy diferente, cuando se les pregunta si su amigo debe seguir o no con la aventura. “Es mi mejor amigo, pero pienso que no retomará la carrera”, lamenta Rodolphe. “Una vez tuve que hacer 180 km con una clavícula rota en Madagascar, porque no tenía elección. Sé lo que es y no se lo deseo”. El motorista lesionado escucha sin decir nada el sabio consejo de su amigo, pero se le ilumina la cara de esperanza al oír las palabras de aliento de Stéphane, el que tiene más experiencia de los tres: “Venimos del mismo pueblo que Lois. Mañana debe intentar salir y luego ya se verá. Hemos recorrido 10.000 km para llegar hasta aquí, así que hay que intentarlo, al menos. Soy optimista. Si toma la salida, será para llegar hasta el final. Es un gran deportista y de los tres es el que está mejor preparado”. Después de escucharlos, el interesado aún no tiene claro su futuro próximo. “Lo consultaré con la almohada”, concluye.