“Me haría mucha ilusión acabar entre los 15 primeros”

Jordi Esteve Oro ya no compartirá cabina con Rafa Tibau, a quien hace un año intentó ayudar a lograr acabar su 32º Dakar al volante de un camión de carreras de más de 900 CV. En su novena participación -la quinta en los gigantes del desierto- se pondrá a los mandos del DAF CF del renacido Tibau Team para dar asistencia a la división brasileña del equipo Prodrive. Esteve Oro corrió cuatro ediciones del rally en África, tres de ellas en moto, y sabe bien lo que es el off road después de empezar con 15 años en el Enduro y aventurarse en diferentes disciplinas y competiciones. Su vida ha transcurrido entre el manillar de una moto y el día a día como organizador de eventos, a lo que desde 2020 se le añadió la aventura con Tibau. A su derecha tendrá a Quico Pardo, empresario transportista, que desde los 12 años tuvo la ilusión de correr el Rally Dakar en camión. Este enero, con 47, disfrutará de su primera aventura en los desiertos saudíes, después de haber seguido en paralelo al Dakar africano por Marruecos hace 15 años. Raúl Arteaga es la tercera pata del proyecto. Este mecánico especializado en maquinaria agrícola en Castilla y León ya viajó a Arabia Saudí como mecánico del equipo TH-Trucks, encandiló a todos con su trabajo y en 2024 se estrenará dentro de la cabina. Sus primeros recuerdos dakarianos son las imágenes de los Kamaz adelantando a Juha Kankkunen con el Peugeot 405 (“no se me olvidará nunca”). Su estreno tendrá una dedicatoria especial para su padre, que falleció hace cinco años y al que le habría encantado verle cumplir su sueño. Los tres -que debutaron juntos en la Baja Aragón, donde llegaron a luchar por el podio- tendrán la misión de estar con un ojo puesto en los Hunter del equipo brasileño X Rally y ayudarles siempre que se tercie. Su objetivo es claro: disfrutar de la experiencia, dar el mejor servicio posible y compartir momentos inolvidables.

Jordi Esteve Oro ya no compartirá cabina con Rafa Tibau, a quien hace un año intentó ayudar a lograr acabar su 32º Dakar al volante de un camión de carreras de más de 900 CV. En su novena participación -la quinta en los gigantes del desierto- se pondrá a los mandos del DAF CF del renacido Tibau Team para dar asistencia a la división brasileña del equipo Prodrive. Esteve Oro corrió cuatro ediciones del rally en África, tres de ellas en moto, y sabe bien lo que es el off road después de empezar con 15 años en el Enduro y aventurarse en diferentes disciplinas y competiciones. Su vida ha transcurrido entre el manillar de una moto y el día a día como organizador de eventos, a lo que desde 2020 se le añadió la aventura con Tibau.
A su derecha tendrá a Quico Pardo, empresario transportista, que desde los 12 años tuvo la ilusión de correr el Rally Dakar en camión. Este enero, con 47, disfrutará de su primera aventura en los desiertos saudíes, después de haber seguido en paralelo al Dakar africano por Marruecos hace 15 años. Raúl Arteaga es la tercera pata del proyecto. Este mecánico especializado en maquinaria agrícola en Castilla y León ya viajó a Arabia Saudí como mecánico del equipo TH-Trucks, encandiló a todos con su trabajo y en 2024 se estrenará dentro de la cabina. Sus primeros recuerdos dakarianos son las imágenes de los Kamaz adelantando a Juha Kankkunen con el Peugeot 405 (“no se me olvidará nunca”). Su estreno tendrá una dedicatoria especial para su padre, que falleció hace cinco años y al que le habría encantado verle cumplir su sueño.
Los tres -que debutaron juntos en la Baja Aragón, donde llegaron a luchar por el podio- tendrán la misión de estar con un ojo puesto en los Hunter del equipo brasileño X Rally y ayudarles siempre que se tercie. Su objetivo es claro: disfrutar de la experiencia, dar el mejor servicio posible y compartir momentos inolvidables.


R.A.R.: “El año pasado, por mediación de mi hermana, conocí a TH-Trucks en Burgos y Rafa y Alberto Herrero me dieron la oportunidad de ir con ellos de mecánico. Les gustó cómo trabajé y ahí empezó todo. El Dakar es la ilusión de toda mi vida, pero en León el mundo del motor no está tan implantado y me ha sido muy complicado entrar aquí. Trabajo mucho en el campo, con ganaderos, y me recuerda mucho al trabajo que hace falta en el Dakar de conseguir con lo que tienes que los vehículos lleguen al vivac. No me importa la posición en la que lleguemos porque mi sueño sería tener un camión que saliera el último e ir ayudando a todo el mundo que se quedara tirado en mitad del desierto. Ayudar a la gente es lo que más me llena. Voy a acordarme mucho de mi padre, que falleció hace cinco años y es el que me inició en todo ese mundo. Estará muy orgulloso allá donde esté”.

Q.P.B.: “La oportunidad de estrenarme en el Dakar me llegó a través de Rafa Tibau y Jordi Esteve, por una presentación que hicieron con uno de sus patrocinadores. Rafa llegó a decir que tenían un hueco libre y yo, ni corto ni perezoso, me ofrecí voluntario. Siempre me ha gustado ir en camión, pero luego monté mi empresa de transportes y nunca piensas que puede llegar esta oportunidad, ni la persigues. Esto me ha rejuvenecido, es como volver al pasado pero con toda la experiencia clave acumulada. Espero poder ayudar y que sea una aventura inolvidable. Sé que no será fácil, pero tengo esa sensación de que sarna con gusto no pica. Es un gran reto personal y espero que lleguemos a meta. Quiero dar las gracias a toda mi familia y mis amigos por el apoyo y por respaldarme durante los 22 días que estaré fuera”.