Un Dakar cogido por los pelos
Dakar 2025 |
Etapa 9 |
RIYADH
> HARADH
14 enero 2025
- 20:59
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Manuel Lucchese regresa este año a Original by Motul, la categoría de los motoristas sin asistencia, tras casi diez años de ausencia. El piloto se ha marcado como objetivo trabajar duro durante dos años para recuperar su máximo rendimiento en 2026, aquel que tenía a sus 20 años cuando firmó un Top 5 y un podio en la categoría. Físicamente, el italiano parece casi más joven que entonces. El secreto: ¡la peluca de su patrocinador, que le acompaña para demostrar la calidad de su producto en el rally raid más duro del mundo!
“La mayor dificultad del Dakar es conseguir un puesto en la parrilla de salida. El Dakar es caro, pero todo el mundo puede lograrlo, solo hace falta ser creativo. Siempre he querido trasladar este mensaje optimista”. Ya en su día, Manuel adoptó un nuevo modelo de crowdfunding pensado para atraer a multitud de pequeños patrocinadores en lugar de a los grandes sponsors institucionales, para plasmarlos después en un auténtico patchwork en su ropa y moto. “A nadie le interesa un logo enorme en la moto de un amateur, pero a todos, sin excepción, les encantan las historias divertidas. Como me quedé calvo se me ocurrió contactar por Instagram con un famoso de la tele que tiene una empresa de implantes y le pregunté: ‘¿cree usted que sus productos resistirían el Dakar, el rally más duro del mundo. ¿Aguantarían bajo el casco durante 14 días, 10 horas al día y quizás con 2 o a lo sumo 3 duchas durante todo ese periodo de tiempo?’ Su respuesta fue la siguiente: ‘¿Cuándo puede usted pasarse por mi despacho?’”.
La peluca utilizada por Manuel está adherida mediante implantes capilares. “Por lo general, requiere cuidados cada 15-20 días si se le da un uso normal, la misma frecuencia con la que uno va al peluquero”. Pese a la crono de 48h, la etapa maratón y el poco tiempo dedicado a su higiene personal, la peluca aguanta en su sitio al término de la etapa 9 del rally, el más duro jamás vivido por Manuel, que ha terminado la prueba en 3 ocasiones y flirteado con el Top 50 de la general en dos ediciones: “Para mí, este Dakar es el más duro que he vivido por dos motivos: el primero, porque las especiales son más técnicas, con pasos más lentos que nos hacen llegar cada noche entre las 18-19 horas, de noche, algo que no nos ocurría antes, salvo en caso de debacle”. La crono de 48 h dividió desde el principio a los motoristas en dos categorías: los hombres y los chavalillos. “El frío es el segundo factor. Me pregunto si es porque soy más mayor o porque el Dakar se ha vuelto más difícil, o si es más bien una combinación de ambas cosas. Lo que es seguro es que tras casi diez años calvo, me he acostumbrado fenomenal a tener pelo de nuevo. ¡Tendré que volver al Dakar año tras año si quiero conservar a mi patrocinador!”
Manuel está rebosante de ideas. El año que viene, le gustaría empezar el rally con el pelo corto y en la jornada de descanso hacer el cambiazo por una peluca de pelo largo para ver la reacción en el vivac. Se trata de un proyecto cogido literalmente por los pelos, pero que tiene muy a pecho: “durante quince días, me abstraigo de lo que pasa en el mundo, es una desconexión total. Arreglo mi moto, preparo mi mochila, me acuesto y me pregunto qué nos tendrá preparado la organización para el día siguiente. Hay gente de todo tipo y condición y de todas las edades. Tanto millonarios como gente con trabajos de lo más normales. En el vivac, todos somos iguales, la carrera aporta una humanidad que es mágica”.