Sed de aventura

Dakar 2023 | Etapa 5 | AL-HOFUF > SHUBAYTAH
5 enero 2023 - 22:07 [GMT + 3]

A sus 55 años, James Pearson participa en su primer Dakar. Una nueva experiencia para este piloto estadounidense que lleva más de dos años recorriendo el mundo para saciar su sed de aventura y competición.
 

 

Desde que el Dakar llegó a la región de Ha'il, James Pearson es uno de los últimos motoristas en abandonar las especiales. El miércoles por la tarde iba acompañado por Morrison Hart, uno de sus compatriotas que también compite en la categoría Original by Motul. Cansados de "jardinear" en la arena removida por las decenas de camiones que les pasaron delante, los dos estadounidenses se tomaron el tiempo de comer un plato de pasta y tomar un café en compañía del equipo Alfa 3 encargado del ASS. Un tentempié reservado a los últimos corredores que iban llegando agotados. De regreso al vivac, James dio las gracias a todos y dijo que esperaba no tener que volver a recibir una bienvenida así. Por desgracia para él, el jueves, en la segunda vuelta alrededor de Ha'il corrió la misma suerte. Pero esa vez, su amigo Morrison fue más rápido para escapar de la noche saudí y no estaba allí para acompañarle. Así que cuando salió de fichar en el carnet de ruta, animado por el equipo Alpha 3, James aparcó su KTM para tomarse el café que le ofrecían. Nada de pasta esta vez, pero el sándwich y la magdalena no venían mal. "Ahora, cuando llego aquí, es como volver a casa", dijo el estadounidense. Nos cuenta un final de carrera complicado... "Mi problema es la puesta de sol. En cuanto baja la luz, no veo nada, no puedo mantener el rumbo ni leer una traza... He estado casi a punto de sentarme a esperar a que oscurezca para volver a empezar. Al final, ruedo mejor con los faros." Aunque a trompicones, James llega a la meta. Este elegante piloto de 55 años participa en su primer Dakar, pero no es un principiante en las carreras de motos. Y sabe mucho sobre el desierto, ya que ha rodado con regularidad en California. Llevo casi 30 años compitiendo", explica. La carrera más dura que he hecho en mi vida fue la Baja 1000... Conduje 28 horas para llegar al final". La idea del Dakar nació en su mente en 2014, cuando con un grupo de amigos viajó a Sudamérica para seguir el rally raid más prestigioso. Todo ello desde Colorado, donde vive desde hace unos años. Para James Pearson, el motociclismo no es sólo competición. También es sinónimo de aventura y experiencias. Por eso, hace dos años y medio, cargó su camión y, con su compañera Deborah, partió hacia Europa. Al frente de un concesionario Harley Davidson y KTM situado en Denver, este canadiense nacionalizado estadounidense en 2006 decidió hacer un paréntesis para saciar su sed de aventura."Llevo años ahorrando para este viaje, comenta. Condujimos hasta Canadá y luego cogimos un barco hacia Liverpool." A partir de ahí, James ha  ido encadenando viajes y competiciones todoterreno. Fueron a Rumanía, donde compitió en el Rally de los Balcanes, y después a Turquía, Israel y Jordania, desde donde se dirigieron a Arabia Saudí. James ya ha recorrido unos 30 países. "Durante estos dos años, he ido vendiendo mis motos para comprar otras en función de las carreras en las que participaba... La que estoy usando en el Dakar, la encontré en Jeddah." Reconoce que no pensaba que este Dakar fuera a ser tan duro. "Más que el trazado, lo que cansa es la duración de las jornadas", afirma.  Como está inscrito en la categoría Original by Motul, James tiene que ocuparse él mismo del mantenimiento de su máquina. Afortunadamente, tiene grandes dotes para la mecánica, y en el vivac está su hermano menor David, que también participa en la clase sin asistencia. Decidido a ver Dammam, James no tiene intención de parar. "Vamos a volver a Europa pasando por Irak, y luego me gustaría dar una vuelta por África. Después de Australia, Sudamérica, Norteamérica y Europa, habré corrido prácticamente en todos los continentes. Entonces será el momento de regresar a Denver a su tienda de motos

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