El Dakar sobre ocho ruedas

Dakar 2018 | Etapa 6 | Arequipa > La Paz
11 enero 2018 - 01:57 [GMT -4]

Axel y Alex, cada uno en su propio cuadriciclo, van buscando su senda el trazado del Dakar pese a los pequeños contratiempos. Y ya de paso, se echan una mano en caso de necesidad, un método que les ha funcionado hasta ahora a las mil maravillas.

En el Dakar no existe la categoría de tándem, pero estos dos pilotos han formado un dúo fantástico. Alexandre Giroud parecía más que dispuesto a abordar la última tanda de dunas de la quinta etapa, pero el desierto de Tacana siempre puede mostrar su cara más cruel: "Me he quedado encallado y Axel se ha detenido para sacarme de las dunas. Me ha ayudado a subir hasta una zona llana y ya he podido seguir. Nos ha costado dos minutos a cada uno, pero nunca lo habría conseguido yo solo". El episodio se ha resuelto gracias a una de esas muestras de solidaridad a las que ambos pilotos están más que acostumbrados. No obstante, Axel Dutrie no se mostraba muy contento al final de la especial: "Ha sido mi peor día desde que compito en ralis. He tenido una avería eléctrica en el enlace que ha afectado al depósito. He tenido que hacer un arreglo que no ha aguantado toda la especial, y al ponerme otra vez manos a la obra, he descalibrado los instrumentos de navegación. Me he perdido más de media hora antes de volver al camino correcto. Después, se me ha fundido un fusible, y al final, he pinchado a unos 20 kilómetros de meta y he terminado arrastrando las llantas".

No ha faltado de nada. Su única satisfacción en la etapa fue la de poder ayudar a su compañero de pista: "El año pasado fue él quien me remolcó 50 kilómetros y salvó mi participación en el Dakar". Tras rodar juntos durante los 400 kilómetros de enlace hasta el vivac de Arequipa, Axel y Alex comparten también el mismo hartazgo por la arena después de una primera semana plagada de contratiempos. "¡Este verano intentaré no ver la arena ni en pintura! Le voy a decir a mi mujer que nos vayamos a la nieve, a Noruega o por ahí, pero de playa nada", bromea Alexandre Giroud. Una vez superadas las dificultades peruanas, el piloto de Grenoble mantiene alta la moral con la vista puesta en la meta final de Córdoba, pero también se ha marcado otro objetivo para la jornada de descanso: "En La Paz, vamos a entregar un palé de zapatos a una asociación que trabaja para la reinserción social de niños de la calle. La idea también es dejar algo bueno a nuestro paso, no atravesar sin más el desierto".

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