Generaciones Dakar

Dakar 2020 | Etapa 5 | ALULA > Ha'il
9 enero 2020 - 08:25 [GMT + 3]

Los dos padres en un SSV, los dos hijos en otro. Esa es la configuración del equipo polaco en el que están inscritas las familias Domzala y Marton. Los jóvenes aspiran al protagonismo, mientras los mayores disfrutan de la aventura... 

Aron Domzala acude al Dakar para “disputar la carrera”… entiéndase, ganarla. Desde el primer día, ha mostrado que contaba con bazas para imponerse en la categoría SSV en Al Wajh. En el caso de los Domzala, no estamos ante la clásica historia del Dakar en familia. Los roles están incluso invertidos, porque el hijo es el que se ha traído al padre: “Trabajamos los dos en el sector inmobiliario, pero comencé a disputar rallies hace 10 años y pasé al todoterreno hace cinco”, comenta Aron. “Cuando decidí hacer el Dakar, mi padre dijo que quería acompañarme porque le encanta viajar. Ha visitado ya más de 150 países”. Más allá del interés turístico que le permitirá a Maciej Domzala, el padre, añadir un país más a su lista personal, también está el reparto de las responsabilidades en el seno del equipo familiar: “Acude ante todo por la aventura, pero también resulta muy valioso poder contar con él”, recalca el hijo. “Por ejemplo, si tenemos que cambiar piezas o neumáticos”. 

En el SSV de los “mochileros”, Rafal Marton se encarga de la navegación, como copiloto de Maciej Domzala. En Polonia, este copiloto es una auténtica leyenda que ha participado en el Campeonato Mundial de Rallyes antes de iniciar su serie de 13 ediciones del Dakar, con su mejor resultado en 2014, cuando acompañaba al piloto Adam Malysz, saltador de esquí. Y este año su hijo Maciej Marton… es el copiloto de Aron. No sorprende que se dirigiera de forma natural al deporte del motor: “He crecido dentro de este mundillo y nunca he tenido otra vocación. Así que se trata de mi pasión y de mi profesión. Somos un pequeño equipo y hemos empezado con una caja de herramientas, pero poco a poco vamos creciendo”. Para acelerar el crecimiento del negocio, Aron tiene una idea que puede cambiarlo todo: “Es estupendo terminar el Dakar, pero somos demasiado competitivos para contentarnos con eso”, admite. “Ahora que ya no podemos participar en la batalla por la general, necesitamos dos o tres victorias de etapa para sentirnos realmente satisfechos. Tenemos la velocidad necesaria para participar en la pugna por las etapas.”

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