Bocas del Tigre: la ciudad flotante


31 diciembre 2015 - 15:58

En el norte de Buenos Aires, a unos treinta kilómetros de la capital argentina, existe un mundo de agua y de canales, lleno de vida, que convierte las orillas del Plata en un universo de ocio, deporte y vacaciones.

Para Mauricio “Paco” Gómez, Bocas del Tigre es una especie de “ciudad flotante” de extensión desmesurada. Se trata de un archipiélago fluvial y forestal, entrecortado por unos treinta pequeños ríos y canales, alimentados por el Luján. En total son 360 km2 de un entrelazado continental e insular. El motorista porteño, 35º el año pasado, ha recorrido este laberinto en numerosas ocasiones. “Es extraordinario. Hay lugares realmente magníficos como Los Bajos del Temor, donde encontramos muchos yates. También hay pequeños restaurantes muy buenos, como en los del río San Antonio. Aquí he practicado muchos deportes. Es ideal para el esquí náutico, el remo… hace varios años realicé un recorrido magnífico con una barquita de motor desde Bocas del Tigre hasta Uruguay por los canales y también por los brazos del río Luján. Llegué hasta Carmelo, la primera ciudad uruguaya desde Argentina”.

Bocas del Tigre es un destino muy popular al que se dirigen los turistas desde la ciudad de Tigre, pero también es una zona residencial, como atestiguan las casas, en ocasiones realmente espléndidas, así como el transporte fluvial para los alumnos que acuden a la escuela o para traer mercancías y abastecer a familias y comercios. En este oasis de tranquilidad encontramos varios museos, como el Museo Naval de la Nación, el Museo Histórico Sarmiento o el MADA (Museo de Arte en el Delta Argentino). También se puede asistir a grandes competiciones nocturnas de remo con la larga perspectiva de 500 metros que ofrece el río Luján, uno de los pocos del mundo que están iluminados.

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