“Devolverle al Dakar parte de lo que nos ha dado”

Jordi Juvanteny y José Luis Criado conforman una de las parejas más veteranas del Rally Dakar. No en vano, solo entre ellos dos acumulan la friolera de 63 ediciones. El piloto catalán -arquitecto técnico de profesión- se aventuró en las arenas de los desiertos africanos en 1991 y desde entonces, solo ha faltado a la cita en 1993, disputando todas y cada una de sus participaciones en camión. Por su parte, Criado, notario en su día a día, es el español con más Dakares en toda la historia y este año sumará su 32º a bordo del Epsilon MAN 6x6, después de romper en 2022 una racha intacta que databa de 1990 debido a que contrajo la COVID-19 a última hora. Por segundo año consecutivo volverán a equipar un sistema de propulsión mixto hidrógeno-diesel, que en su estreno en 2023 les llevó a hacer historia y convertirse en los primeros participantes en completar todo el recorrido de una edición del Dakar con este combustible. Todo ello, pese a que tuvieron que completarla fuera de competición debido a una decisión de última hora de la FIA. En esta ocasión, se alinearán en una categoría específicamente creada para vehículos con sistemas sostenibles de propulsión (Mission 1000), que actuarán de pioneros en el objetivo de la carrera de que en 2030 todos los participantes corran con motores menos contaminantes. Junto a ellos, estará Xavi Ribas, responsable del desarrollo del sistema a través de su empresa EVARM, que, por primera vez, disputará el Dakar y podrá recoger datos en tiempo real del funcionamiento y rendimiento del motor. Por los seis cilindros del propulsor de 800 CV fluyen hidrógeno y diésel, y una actualización desarrollada durante los últimos 12 meses les permitirá ahorrar aún más gasóleo que el año pasado: alrededor del 80%. Pese a haber vivido mil y una aventuras y pesadillas, sobre todo en las ediciones africanas -donde Criado llegó a estar 19 días desconectado del mundo tratando de reengancharse a la caravana del Dakar mientras atravesaba países en guerra, lo que le llevó a estar encarcelado varios días en Nigeria, en la edición París-Ciudad del Cabo de 1992-, estos viejos rockeros del Dakar están dispuestos a seguir dando mucha guerra. Y es de alabar que sean precisamente ellos los que hayan dado el gran paso de correr con nuevas tecnologías después de toda una vida en los desiertos de medio mundo. No hay quien les pare.

J.J.: “Vamos con mucha ilusión al Rally Dakar 2024 y con la expectativa de ver qué nos han preparado para esta nueva categoría Mission 1000. Afrontaremos nuevos retos, de ir muy solos, por zonas por donde habrá pasado menos gente y no podremos fallar. Creemos mucho en esta tecnología de hidrógeno, ya que pensamos que es uno de los futuros para nuestro día a día y para la competición. Esta es nuestra forma de devolverle al Dakar parte de lo mucho que nos ha aportado en todo este tiempo. Llevamos una versión actualizada de la electrónica para mejorar la inyección y usar así menos gasoil. Nos ayudará contar on Xavi, que siempre ve las cosas de otra manera y nos hará avanzar en este proyecto mucho más deprisa desde la cabina. Todo esto nos ha dado una ilusión extra, ya que no solo se queda en la carrera, sino que pasará a la vida real y eso te da el orgullo de tirar para delante. Gracias a todos los patrocinadores que nos ayudan a sacarlo adelante, sin ellos, sería imposible”.

J.L.C.: “Después de todas las vicisitudes iniciales e impedimentos que tuvimos que afrontar en el Dakar 2023, fue como subir el Everest descalzo, pero lo conseguimos. El camión funcionó a las mil maravillas, como esperábamos, y fue una experiencia súper satisfactoria. Todas las cosas nuevas dan miedo y vértigo, pero el mundo es esto: hay que moverse y salirse de los parámetros normales y mirar hacia el futuro con valentía. Es curioso que la gene más longevo del Dakar, que no los más viejos, seamos los pioneros en energías alternativas. Esto dice mucho de nosotros y de la implicación tanto en la carrera como en la salvaguarda del medioambiente y del planeta. Creo que todos deberían tomar nota y empezar a dar pasos porque el mundo se nos muere y si queremos seguir haciendo pruebas de este tipo, debemos fomentar las energías alternativas. Estamos súper ilusionados y esto nos hace rejuvenecer porque estamos implantando algo muy nuevo, y se te pega esa frescura”.

X. R.: “Este es mi primer Dakar como competidor. El año pasado participé como asistencia para Jordi Juvanteny, José Luis Criado y Jordi Ballbé, personas excepcionales, únicas y muy especiales para mí, que hicieron historia siendo los primeros en correr y acabar el Dakar con un vehículo con hidrógeno. Competir en el Dakar es mi sueño desde niño y no se me ocurre mejor manera de debutar que hacerlo la mano de dos campeones como Jordi y José Luis. El reto personal es por tanto enorme, haré todo lo posible por estar a la altura. Queremos tratar de maximizar la reducción de emisiones de CO2 y puesto que soy el desarrollador del sistema de H2 podré recoger datos en directo desde la cabina”.