“Ofrecer el mejor servicio posible a los clientes”

Pep Sabaté volvió a correr de manera inesperada en el Rally Dakar en 2022, después de la desafortunada lesión de Rafa Tibau unos días antes de viajar hacia Arabia, y lo hizo como asistencia rápida para ayudar al máximo al equipo Bahrain Raid Xtreme. Este reputado preparador de vehículos de competición lleva los últimos 14 años vinculado a la carrera, ya sea modificando camiones o dando servicios a otros competidores. En 2023, una vez más, volverá a surcar las arenas del desierto con el objetivo de dar la mejor asistencia en carrera posible a BRX, donde milita el nueve veces campeón del mundo, Sébastien Loeb, y que optará a la victoria en la 45ª edición del evento. Para Sabaté será su séptima edición en carrera, después de estrenarse en 2010 y de haber completado otras dos más (2009 y 2019) como manager del equipo Quadafons Competició. Junto a él, este año estarán Jordi Montaner y Pol Tibau, uno de los hijos de la leyenda dakariana Rafa Tibau. Montaner se estrenó en el Dakar 2015 con un camión de asistencia de Pedregá, después de haber comenzado a ir en moto desde los 10 años. Aunque nunca llegó a competir sobre dos ruedas, siempre siguió el Dakar con la ilusión de disputarlo alguna vez y la oportunidad le llegó en 2018 junto a Sabaté, al que había conocido años atrás mientras los dos completaban una rehabilitación por sendas lesiones. Ambos acabaron 16º, nada menos. El tercer integrante del equipo esta vez será Pol Tibau, que se estrenará en competición, después de haber estado en la cabina de los camiones T6 en 2021 y 2020. Este auxiliar de farmacia, que está cursando las oposiciones a bombero, ha vivido toda su vida yendo de vacaciones al desierto y espera aprender de la experiencia de sus compañeros de cara al futuro.

P.S.: “Llevo vinculado al Rally Dakar los últimos 14 años. Pero nunca he tenido aspiraciones deportivas, sino ofrecer el mejor servicio posible a los clientes que confían que les dé asistencia con mi camión. Esta será mi séptima edición en carrera y espero completarla hasta la meta, como he hecho siempre, a excepción de 2016. He llegado a participar con un camión fabricado por mí mismo en 2011 y desde entonces me dediqué plenamente a la preparación de estos vehículos de competición. Disfruto muchísimo cuando estoy en carrera atravesando dunas y espero seguir haciéndolo en esta 45ª edición. Por segunda vez consecutiva, daremos asistencia rápida al equipo Bahrain Raid Xtreme y esperamos ayudarles en todo lo que podamos”.

J.M.: “Toda mi vida he estado ligado a las motos, pero me rompí la tibia, el peroné, la clavícula y los ligamentos de la rodilla un día en la carretera tras pisar el tubo de hierro que se le había caído a un chatarrero. Curiosamente, durante la recuperación coincidí con Pep, que ya estaba metido en el Dakar. Ahí empezó nuestra amistad. El Dakar es lo máximo a lo que puedes aspirar en este mundo y es un tren que pasa por delante una vez, no más. Volver este año significa reencontrarme con viejas y buenas amistades; volver a revivir esas emociones y situaciones únicas de esta carrera tan especial. Esperamos dar el mejor servicio a BRX y que sea gratificante. Tengo mucha ilusión y espero hacer un buen trabajo”.

P.T.: “Mi pasión por el motor empezó antes de que supiera andar. Soy hijo de la leyenda Rafa Tibau, por lo que la gasolina ha formado parte de mi vida desde bien pequeñito. Para mí era habitual imaginar cada viaje en coche como si fuera una carrera real y cada adelantamiento era celebrado y comentado igual que si lográsemos una posición en la carrera imaginaria. Me estrené en el Dakar hace tres años en un T6 de asistencia, y este 2023 será mi primero como copiloto gracias a la confianza de TH-TRUCKS. El objetivo será dar la mejor asistencia posible al equipo Bahrain Raid Xtreme y llegar a meta. Espero aprender mucho del gran Pep Sabaté y su pilotaje para poder soñar con llevar los mandos en un futuro. Voy a absorber cada minuto de una experiencia vital como es la de hacer el Dakar en carrera”.