Minelli… ¡pasión infinita!

Dakar 2020 | Etapa 12 | Haradh > Qiddiya
17 enero 2020 - 08:09 [GMT + 3]

El italiano Giulio Minelli, discreto en la general, en 20ª posición, con su piloto Claudio Bellina, pasa desapercibido, con toda probabilidad, para la mayoría de los competidores del Dakar. Sin embargo, no saben que están ante el ganador más antiguo del Dakar en la carrera: fue copiloto en el Unimog Mercedes que se imponía con Giacomo Vismara en 1986. ¡Qué recuerdos!

La ceremonia no cambia nunca. Cuando el camión 518 termina la etapa, Claudio Bellina, Giulio Minelli y Bruno Gotti se reúne en torno a un puchero de “pasta” para comentar la jornada antes de hablar de todo y de nada, como harían en Bérgamo. Para Giulio es una costumbre adquirida hace más de 35 años, cuando participaba por primera vez en el Dakar en 1984 con Giacomo Vismara. Pero su recuerdo más intenso data de 1986, cuando los dos se imponían en la categoría camiones: “Me acuerdo perfectamente. Logramos dar el golpe en Mauritania”, comenta con malicia retrospectiva. “Nuestros rivales se habían quedado atascados ante un lago seco en Mauritania y nosotros conseguimos colarnos y adelantarles de forma definitiva. Aquel Dakar fue el más duro que conocí. Apenas llegaron a la meta final un 20% de los participantes (486 vehículos en la salida, 100 en la meta); a menudo estábamos perdidos y avanzábamos con brújula. Los GPS llegaron a mediados de los 90”. Además del nivel de dificultad de aquella edición, que les hacía llegar tarde sistemáticamente al vivac, con el ímpetu de la juventud, empalmaban con una segunda jornada de trabajo por la noche: “Nos encargábamos de la asistencia de los pilotos Honda oficiales italianos, es decir Orioli, Balestrieri y De Pétri. Así que al llegar nos ocupábamos del mantenimiento y de la reparación de sus motos".  

Las condiciones de carrera y de vida en el vivac han cambiado mucho desde entonces para todos los equipos y para Giulio. Su palmarés ha evolucionado poco desde el final de la carrera de Vismara, pero logra participar este año por 25ª vez, con las ganas de vivir la aventura intactas. El resto del año sigue reparando y preparando motos en su taller de Bérgamo para todo tipo de motociclistas. Sin embargo, en enero tiene las prioridades claras: darse un respiro que le transporta a otro lugar y a otra época: “Todo es diferente ahora, pero me sigue encantando. Creo que quedé enganchado al Dakar para siempre en mi primera participación".