Episodio II: ¡12 años más tarde!

Dakar 2019 | Etapa 9 | Pisco > Pisco
16 enero 2019 - 11:10 [GMT -5]

Jérôme Renaud tiene cuentas que saldar. Su primera vida como apasionado del Dakar fue en motos. Los recuerdos de su única experiencia son agridulces, puesto que tuvo que abandonar a tres días de la meta, después de haber superado todas las trampas del desierto de Mauritania. Unos meses después, en una caída muy grave en el Rally de los Faraones se fractura tres vértebras: fin de su carrera como motorista. Desde entonces, Jérôme ha tenido tiempo de recuperarse y, pese a las secuelas, no ha perdido nunca su pasión por el rally raid. Este año, regresa a la prueba en coches, 12 años después, casi como si se hubiera parado el tiempo. “Max (Delfino, su copiloto) y yo disputamos la carrera con un Springbocks de 2009. Pienso que es el coche más viejo del rally, pero es muy fiable y funciona muy bien”, comenta entusiasmado el piloto. “Sin embargo, tampoco nos hemos librado de algunos problemas al inicio del rally. Primero, estuvimos tres días sin dirección asistida después de romper seis correas en dos días, ¡lo nunca visto! Me quedé con las manos, los brazos… y un poco el ánimo destrozados. El tercer día, rompimos un árbol de transmisión trasero, así que terminamos con dos ruedas motrices. Y al día siguiente nos quedamos sin una rueda, aunque al final pudimos repararla y terminar”. Los pequeños sinsabores no han afectado ni un ápice al entusiasmo y a la determinación del piloto francés, decidido a borrar la frustración del Dakar inacabado de 2007. Su accidente en Egipto podría al final ser la clave de su éxito: “Desde hace algunos días, todo va bien, porque de todas formas me he marcado como consigna avanzar con mucha prudencia. Y lo estoy haciendo, porque mis problemas de espalda me impiden correr de forma rápida y con sacudidas. Quedan dos días y cruzo los dedos, porque sería realmente extraordinario llegar hasta Lima”.

Síguenos

Recibe información exclusiva del Dakar