“El Dakar es mi pasión y mi desafío personal”

Albert Llovera regresa al Dakar en la categoría de camiones con el Team Petronas De Rooy Iveco, después de dos años de ausencia para cumplir junto a Ramon Peters la labor de asistencia rápida dentro de la escuadra. Llovera, afectado por una lesión medular como consecuencia de un accidente de esquí, estrenará en este Dakar nuevos comandos en su Iveco Powerstar. En lugar de utilizar un acelerador mecánico, tendrá uno de tipo electrónico, con mandos de mayor tamaño para proporcionarle más puntos de apoyo con las dos manos que utiliza para guiar el vehículo. Además dispondrá de un cambio secuencial en lugar de manual, con lo cual tendrá menor exigencia física y podrá disfrutar más de la conducción. El andorrano tendrá la misión de apoyar al equipo como asistencia en ruta. Llovera aguarda con impaciencia su vuelta al Dakar luego ver frustrada su participación en 2018 a causa de una lesión en el dedo pulgar de la mano izquierda y de no poder estar en línea de largada en 2019 debido a la falta de patrocinadores. Esta será su sexta participación en el Dakar. En 2015 logro terminar la prueba en un buggy cumpliendo así un reto personal: completar la carrera más dura del mundo en silla de ruedas. Su afán de superación es una constante desde que con 18 años sufriera un accidente de esquí que le causó una lesión medular y la pérdida de motricidad. Con 17 participó en los Juegos Olímpicos de Invierno de Sarajevo. También ha competido en baloncesto paralímpico, ha practicado deportes de aventura y ha desarrollado una extensa carrera como piloto de rallies. De todo su extenso palmarés deportivo rescata que el Dakar es su verdadera pasión y un desafío personal. A su lado estarán Marco Ferrán que viene de lograr un 5º puesto en camiones con Ales Loprais en Perú y Marc Torres Sala.

A.LL.: “Estoy muy ilusionado con mi regreso al Dakar y más aún, por hacerlo dentro de una estructura tan competitiva. Es una oportunidad grandiosa. Desde siempre he soñado con pilotar un camión del Team Petronas De Rooy IVECO y por fin podré hacerlo. Me siento orgulloso de conducir un vehículo tan potente y eso, más que una presión añadida, representa una motivación extra. Me encontré muy cómodo conduciendo el camión. Se adapta bastante a mi manera de pilotar, y el chasis acompaña muchísimo. Se siente uno potente ahí arriba. Cada vez hemos ido más rápidos y el equipo cuenta más conmigo de lo que yo esperaba, ya que he pasado a ser primer mochilero. Mi objetivo será rodar lo más cerca posible de los dos camiones principales y contribuir a luchar por el triunfo”. “Este año tenemos un acelerador electrónico que va bastante bien. Todo irá genial en la carrera, pero cuando me bajo del camión tengo otro Dakar, que es peor. Descansar, ir al lavabo, un montón de cosas que no son fáciles para mí”.